Todo empezó hace unas semanas cuando la mujer, de 54 años, trajo a vivir con ella a una médica que se había separado de su esposo. En la misma casa pero en la parte de adelante vivía su mamá, Mercedes del Valle, una mujer de 75 años.
La relación entre las dos mujeres, al parecer, fue más de lo que la madre podía tolerar y así empezaron las discusiones. Hasta que ayer, la violencia verbal dio un giro mortal. Valle tomó un cuchillo de la cocina y mató a su hija.
Su primera intención fue disimular el crimen. Para eso ella misma activó la alerta de un botón antipánico de un sistema de seguridad privado y cuando los efectivos llegaron, dijo que un hombre había entrado en su casa a robar y apuñalado a su hija.
Podría haber sido el crimen perfecto pero la coartada se cayó rápidamente con el testimonio de los vecinos, que aseguraron haber escuchado la pelea y que nadie había ingresado ni salido de la vivienda durante ese tiempo.
Un par de guantes rotos en las palmas y unas zapatillas con manchas de sangre terminaron de complicar la situación de Valle, que se negó a declarar y seguirá detenida acusada de “homicidio agravado por el vínculo”.