Según la Guía de Conducción Eficiente para Vehículos Livianos de la Secretaría de Energía, el aire acondicionado puede aumentar el uso de combustible hasta un 25%.
Como es sabido, el combustible ha sufrido abruptos incrementos de precios en las últimas semanas, y muchos comienzan a preguntarse qué hacer para ahorrar o no gastar tanto cada vez que utilizan su vehículo.
De acuerdo a la Guía de Conducción Eficiente para Vehículos Livianos de la Secretaría de Energía, el aire acondicionado puede aumentar el uso de combustible hasta un 25%, lo cual equivale a un consumo aproximado de 300 litros por año.
¿Cómo hacer para que el aire acondicionado del auto consuma menos nafta?
Sin embargo, hay algunos trucos que permiten utilizarlo y ahorrar combustible.
• Uno de ellos es ventilar el vehículo abriendo las puertas o ventanillas antes de arrancar el motor. Se recomienda dejarlas abiertas unos minutos mientras se empieza a circular.
No obstante, no es lo más conveniente que las ventanillas permanezcan bajas cuando se conduce a velocidades mayores a 80 km/h, ya que en ese momento se modifica el coeficiente aerodinámico del vehículo, provocando una mayor resistencia al movimiento del vehículo y, por lo tanto, mayor esfuerzo del motor. A velocidades altas, el aire acondicionado es más eficiente siempre y cuando se coloque a una temperatura moderada: entre 21° y 23°.
• Orientar las salidas de aire es otra opción para enviar frío al lugar del que proviene el calor.
• También, ayuda a ahorrar hasta un 30% de combustible y a que se enfríe más rápido el auto el encendido del recirculador durante algunos minutos.
“En los sistemas manuales o de comando manual, tener siempre la precaución de que al momento de encendido del motor, el aire acondicionado se encuentre apagado desde el inicio, que es el momento donde más consumo podemos tener y vamos a estar restando fuerza al vehículo”, explicó el director de Automotive Regional Services, Luis Toso.
Otros consejos para ahorrar combustible
Evitar la aceleración y el frenado innecesario son otras recomendaciones importantes. En el movimiento de un vehículo, la energía es necesaria para acelerarlo, para lo cual se utiliza la mayor parte del combustible, así como para superar la resistencia del aire, lo que es bastante insignificante a bajas velocidades.
“Las aceleraciones y desaceleraciones sucesivas afectan severamente al consumo de combustible. Por ejemplo, variar entre 75 km/h y 85 km/h cada 18 segundos puede aumentar el consumo en un 20% (Natural Resources Canada NRCan, 2016b). En cambio, manejar a una velocidad moderada y constante requiere menos energía. La potencia máxima de un motor sólo se utiliza durante aceleraciones fuertes o a velocidades altas. Cuando un vehículo frena, la energía se pierde”, indica el informe de Energía.
Por su parte, Salvador Gil, Ingeniero en Energía de la UNSAM, también aportó algunas otras sugerencias que ayudarán a gastar menos combustible:
• Conducción eficiente y segura. Tránsito lento en ciudades.
• El consumo depende del peso del vehículo y fricción con el aire. Ambas pérdidas de energía son proporcionales al cubo de la velocidad. Si la velocidad aumenta al doble, el consumo se multiplica por 8.
• Alivianar el vehículo, no llevar carga de más.
• Los porta equipajes aumentan la resistencia con el aire.
• En verano dejar el vehículo en la sombra. Usar pantallas solares o parasoles en los vidrios cuando se lo deja al sol.
• Presión de los neumáticos: ruedas con poca presión aumentan el consumo en un 5% al 3%.
• Filtros de aire y aceite- según indica el servicio del vehículo.