En memoria de los inocentes

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En nuestra sociedad, como en todas las sociedades del mundo hay personas siniestras que lo único que desean es satisfacer sus bajos instintos, no reconocen límites morales o de conciencia, se manejan con tal impunidad que piensan que las consecuencias de sus malas acciones nunca la van a alcanzar:

Sentencia de los kiszka: Germán recibió 14 años de prisión y, Sebastián, 12,

Personas perversas, inescrupulosas  que utilizaban  las redes sociales para captar niños, descargaban, reproducían e intercambiaban archivos de abuso sexual infantil.

El señor Sebastián uso como estrategia defensiva  la ignorancia, es decir, que  con sus 47 años de edad, siendo  una persona instruida, letrada y formada intelectualmente, dijo, palabras más palabras menos, “que él  no sabía que las relaciones sexuales con menores era un delito  y que por ese motivo los descargaba, los reproducía, almacenaba y compartía. No es un dato menor  que encontraron más de 100 archivos de abuso sexual infantil en sus dispositivos.

Su hermano el señor Germán, ex diputado provincial del partido activar, e intimo amigo de  pedro puerta,  uso como estrategia el desconocimiento, es decir, el no sabía que su hermano  usaba su wifi, no sabía que usaba su  pendrive, no sabía que usaba su Netboot, no sabía que usaba su cuenta, no sabía que estuvo prófugo, no sabía que era buscado en todo el país…….. no sabía nada  de nada y por si fuera poco, los dos hermanos con su arrogancia y prepotencia  de siempre   no aceptaron pregunta  de los fiscales y los jueces .

Con el cuento de que uno no conocía la ley  y que el otro no sabía nada de nada,  intentaron  engañar al tribunal compuesto  como lo hicieron tanto tiempo con la sociedad misionera. Lobos rapaces con piel de cordero. Pero esta vez,  la ley hizo justicia, y cuando hablo de justicia no pienso en estos dos señores que bien merecido están tras las rejas  sino en las cientos o tal vez miles de niños, niñas y adolescentes que fueron   víctimas de personas como estas, a las cuales les destruyeron su inocencia, quebraron su alma  y tendrán que llevar  un trauma de por vida.

No se pide venganza, ni ojo por ojo, sino solo justicia, que en esta tierra colorada donde abundan la selva, la fauna, el rio y personas de bien, los que cometen este tipo de delitos estén donde tienen que estar. En la cárcel. Este artículo de opinión no es contra nadie sino en memoria de los inocentes. Autor EL Doctor