Ella, maestra jardinera; él, licenciado y profesor de Comunicación, de novios hace una década luego de conocerse en un boliche.
Tras convivir durante cinco años, se animaron a dar un vuelco en sus vidas y lanzarse hacia la aventura: vendieron su auto y compraroon una 4×4 para acarrear la casa rodante con la que desde el año pasado viajan por nuestra Argentina.
Además de recorrer y conocer lugares, el objetivo es interiorizarse con la cultura y las personas a través de talleres de literatura y expresión con los cuales subsisten.
“Babelita” es el nombre que le pusieron a su nuevo hogar en referencia al cuento de Borges, “La biblioteca de Babel”, para “tender puentes literarios entre culturas distintas” a través de las clases que brindan a chicos y adolescentes en cada lugar al que van.
Para financiar el viaje, contactan de antemano a municipios y escuelas que los contratan para trabajar y, a través de las redes sociales, avisan cuál será el próximo destino para recibir cualquier tipo de ayuda, desde alojamiento hasta una charla.
Además, actualizan información sobre el viaje con crónicas, imágenes, videos e información útil para aquellas personas que quieran seguir su camino. “Hemos descubierto que hay un país por fuera de ciertas zonas de confort urbanas y uno se encuentra con que hay oportunidades de trabajo y hasta de mejor calidad de vida”, dijo Juan al portal de La Nación.