El pasado sábado salió a la luz una maniobra ilícita en la que estaría vinculada la asociación civil “Salvemos el Futuro”, cercana al kirchnerismo, con sede en Posadas.
La asociación está acusada de débitos no autorizados a personal de las fuerzas federales y se pudo establecer que tiene domicilio en una casa particular a nombre de Eduardo Zarza, ubicada en el barrio Cocomarola Este, calle 57 A casa 9239.
Zarza admitió que en la dirección antes mencionada funciona como domicilio legal y fiscal de la fundación.
Respecto de los descuentos denunciados por el personal de Gendarmería y otras fuerzas en varias provincias, se limitó a responder “mi abogado ya se está encargando del tema”. En su perfil en la red social Facebook, Zarza se presenta como sargento de la Policía de Misiones.
De qué se trata la maniobra
Las víctimas descubrieron la operación no autorizada, que llevaría al menos ocho meses, alertados por débitos no autorizados en sus cuentas sueldo de hasta 30 mil pesos. Tras las denuncias, ya se presentó un pedido de informes al Banco Nación.
En los últimos meses, integrantes del Ministerio de Defensa y Seguridad de la Nación encontraron en sus cuentas bancarias extraños débitos automáticos, que nunca habían autorizado, dirigidas a “Fundación Salvemos el Futuro” (SEF), una asociación civil que, según los afectados, está vinculada a una agrupación militante en Posadas, Misiones.
Las víctimas que denunciaron la presunta estafa son clientes del Banco Nación (BNA). No hay un número determinado de afectados, pero creen que podrían ser miles de empleados de la administración pública. Quien orquestó la maniobra tomó el recaudo de debitar montos desde 700 hasta 29.950 pesos de sus cuentas sueldo, para minimizar los riesgos de ser descubierto.
La maniobra fue denunciada ante el Ministerio Público Fiscal, pero todavía no hubo imputaciones. De todos modos, Gendarmería ya notificó a sus empleados sobre el caso y, en el Congreso, diputados presentaron un pedido de informes sobre lo actuado por parte del Banco Nación.
Por otro lado, entre los afectados, principalmente hay trabajadores de Gendarmería, el Ejército y Policía Federal, hay personal civil, como los docentes que trabajan en los institutos de las fuerzas de seguridad. Algunos pudieron detectar los movimientos fraudulentos desde agosto de 2021.
Muchos de ellos reclamaron y dieron de baja la adhesión (que nunca habían consentido) pero el débito vuelve a aparecer al mes siguiente.
“Son como garrapatas”, indicó una de las víctimas en dialogo con un medio nacional, que pudo conseguir que el banco le reintegre los 35 mil pesos que ya llevan debitando de su cuenta sin su permiso.
Según pudieron reconstruir, los débitos a “Salvemos el Futuro” se hacen a través de empresas “cobradoras” tales como Cooperativa de Vivienda y Crédito Fenanjor, ADSUS, Cooperativa de Consumo Sarandí y Tertium, entre otras.
En los últimos días, por canales oficiales, las autoridades de Gendarmería advirtieron a los empleados de la maniobra y les recomendaron que realicen tres operaciones para evitar los débitos sistemáticos: stop debit, reversión y bajas de adhesión. Sin embargo, los débitos vuelven a aparecer y si pasaron 30 días y la víctima no se dio cuenta de la estafa, no podrá reclamar el dinero.
“La directiva del Banco Central dice que las reversiones de montos menores a $750 se tienen que devolver de manera inmediata. Los montos que superan esa cifra tienen un plazo de 48 horas, demoran entre siete y 10 días en devolverlo. Además, hay gente que nunca reclamó y nunca hizo siquiera la reversión. ¿Esa plata a dónde va?”, se pregunta uno de los afectados que volvió a encontrarse con el débito pese a haber ejecutado todas las operaciones recomendadas.
Con información de MOL