Comenzó a funcionar la comunidad terapéutica en el Correccional de Mujeres

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Hoy se puso en funcionamiento la tercera comunidad terapéutica del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), que funcionará en la Unidad Penal V – Correccional de Mujeres.

Allí se asistirá a las personas privadas de la libertad con consumos problemáticos o adicciones. Este nuevo espacio permitirá contar con asistencia grupal a las internas y tiene como objetivo lograr la rehabilitación de las mujeres mediante múltiples actividades.

La nueva comunidad terapéutica de la unidad buscará obtener efectos terapéuticos con tratamientos médicos y psicológicos. Además, se pretende desarrollar en las mujeres privadas de la libertad, hábitos de higiene personal, organización, responsabilidad y autosuficiencia. De esta manera, se podrá mejorar su calidad, siempre acompañadas de un equipo interdisciplinario de profesionales.

El director General del SPP, Manuel Dutto, expresó que “esta nueva comunidad terapéutica en la unidad nos dará herramientas para tratar y trabajar en las distintas problemáticas de adicciones de las personas privadas de la libertad, pero también tienen que involucrarse y ayudar para trabajar en conjunto los familiares de las internas, es fundamental su acompañamiento en este proceso”.

Actualmente, en el ámbito del SPP, funcionan otras dos comunidades terapéuticas. La primera de ellas fue creada en el Complejo Penitenciario I de Loreto y la segunda, en la Unidad Penal IV – Correccional de Menores, donde acompañan en la rehabilitación y reinserción social, de aquellas personas que tienen diversas adicciones.

Tratamiento terapéutico

La directora de la Unidad de Mujeres, Gisela Merlach, explicó que “la comunidad terapéutica fue pensada para que un grupo de profesionales, psicólogos, psiquiatras, médicos, enfermeros, asistente social y coordinadores se dediquen pura y exclusivamente al tratamiento de estas internas que ya ingresan con consumos problemáticos o aquellas que están bajo tratamiento con muchos psicofármacos”. También destacó que “la participación en la comunidad terapéutica será de modo voluntario ya que el primer paso es reconocer que ellas tienen un problema”.

El tratamiento dentro de la comunidad tendrá cinco etapas, donde se iniciará con una pre admisión para constatar la predisposición y la voluntad de cada persona. En la segunda etapa, las internas tomarán conocimiento de las actividades que se desarrollarán y a partir de ahí podrán aceptarlas o no, para comenzar el tratamiento, recién en una tercera etapa. Las dos etapas finales se enfocarán en la reinserción y readaptación social de las mujeres privadas de la libertad, luego de una evolución favorable de sus adicciones.