El embajador argentino le contestó al candidato a presidente de Paraguay que aseguró que “los argentinos no quieren trabajar”

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El político utilizó a la Argentina como ejemplo de lo que está mal y “a lo que no tienen que llegar”.

Luego de que el candidato a presidente de Paraguay por la Asociación Nacional Republicana, Santiago Peña, asegurara que “los argentinos no quieren trabajar”, el embajador de Argentina en dicho país salió a responderle públicamente a través de Twitter.

“Con todo respeto quiero decirle a Santiago Peña que el pueblo argentino, es un pueblo de trabajo y esfuerzo“, le contestó Domingo Peppo, embajador y exgobernador de Chaco, junto a una captura del video donde el exministro de Hacienda paraguayo colocaba a Argentina como un mal ejemplo.

Todos los días millones de compatriotas se levantan a trabajar en las más diversas actividades y oficios. Donde la fabricación de satélites, aviones, autos, camionetas, fármacos y máquinas pesadas y de distintos tipos y fines”, continuó explicando Peppo.

Acto seguido, concluyó: “Todos estos complejos productivos dan trabajo a los argentinos y extranjeros que son bienvenidos y recibidos, entre ellos la gran comunidad paraguaya”.

Santiago Peña, candidato a presidente paraguayo, y Domingo Peppo, embajador argentino

 

Qué dijo Santiago Peña sobre los argentinos

La polémica se desató luego de que el actual candidato a presidente de Paraguay y exministro de Hacienda, Santiago Peña, utilizara a la Argentina como un ejemplo de lo que está mal y lo que no quiere para su país en cuanto al trabajo.

“Yo quiero un Paraguay donde no haya gente que quiera trabajar y no consiga trabajo. Para todo el que quiera trabajar, porque hay mucha gente que no quiere trabajar. Nuestros vecinos acá en la Argentina no quieren trabajar, es una realidad y está mal, no tenemos que llegar a eso“, lanzó el político.

En esta misma línea, señaló que desde la política deben “hacer que los jóvenes y adultos quieran trabajar y que el trabajo les de dignidad y les de libertad”.

A su vez, aseguró que, en base a la riqueza del país, “no hay ninguna razón para Paraguay que no sea un país mucho más desarrollado”, e incluso afirmó que “puede ser el país más desarrollado del mundo”.

Posteriormente, volvió a tomar a la Argentina de ejemplo y concluyó: “Me tocó ir a la Villa 31 en Buenos Aires, estuve con el cura de la parroquia y me decía que los paraguayos son los que más trabajan, no hay ni un paraguayo desempleado. Cambian su trabajo y a los dos días los están contratando, porque el paraguayo quiere trabajar”.