Investigadores de la Universidad de Virginia Commonwealth, en Estados Unidos, crearon una nariz biónica que devuelve el sentido del olfato a personas que lo perdieron a causa de alguna enfermedad, por ejemplo el Covid-19.
El dispositivo (que tiene la forma de un par de anteojos) fue testeado con animales y un prototipo ya está listo para ser probado en seres humanos con anosmia, tal como se denomina a la falta absoluta de olfato.
La nariz biónica: los detalles del ingenio
- El dispositivo restaura las conexiones nerviosas de las personas que perdieron el olfato.
- Las gafas son la carcasa de un dispositivo cuyo protagonista es un sensor que envía señales a un receptor situado bajo la piel (un implante coclear), viajando por la patilla.
- El recepto traduce los olores en impulsos eléctricos, que el bulbo olfatorio puede reconocer.
- En las pruebas usaron ratas y preparan los primeros ensayos clínicos con seres humanos.
Los retos en la investigación
Según explican los investigadores, el principal desafío no es restaurar el olfato de las personas, sino enseñar al dispositivo a simular los olores. Los seres humanos tenemos cerca de 400 receptores olfativos capaces de identificar miles de olores.
En ese sentido, la clave es el entrenamiento de un procesador, que debe ser personalizado para cada persona. En una primera etapa, los científicos involucrados en este desarrollo se concentrarán en unos pocos aromas: aquellos que los participantes indiquen que son importantes para ellos.
Un producto de primera generación no permitiría a los usuarios oler cientos de olores diferentes, explica el sitio IEEE Spectrum. En cambio, el equipo la universidad estadounidense imagina incluir inicialmente receptores para algunos olores relacionados con la seguridad, como el humo y el gas natural, y algunos otros agradables.
“Incluso podrían personalizar la prótesis para dar a los usuarios olores que sean significativos para ellos: el olor del pan para un panadero casero, por ejemplo, o el olor de un bosque de pinos para un ávido senderista”, nota la fuente.
Según Richard Constanzo, líder del proyecto y profesor especializado en fisiología o biofísica, restaurar la capacidad de las personas para oler y saborear es el objetivo final. El experto cuenta que frecuentemente recibe llamadas de personas con anosmia que se han enterado de su trabajo. “Están tan agradecidos de que alguien esté trabajando en una solución. Mi objetivo es brindar esperanza a estas personas”, cuenta.
TN