Los demócratas resistieron el embate de los republicanos y aún queda por definirse el control del Congreso. Se renuevan 435 bancas de la Cámara de Representantes del Congreso, 35 escaños del Senado, 36 gobernaciones, y autoridades locales y estatales.
Le predijeron un cachetazo, pero Joe Biden parece haber limitado los daños en las elecciones de medio mandato en Estados Unidos. La amenaza de la “ola roja” con la que soñaban los republicanos se desvanece, aunque Ron DeSantis, posible rival de Donald Trump como precandidato a las presidenciales de 2024, obtuvo una aplastante victoria en Florida.
Los republicanos consiguieron victorias este martes, pero no lograron imponerle una tremenda derrota al gobierno de Joe Biden en unas elecciones de medio mandato que deciden tanto el futuro político del presidente demócrata como el de su predecesor Donald Trump.
“Trump está palido y gritándole a todos”, le reconoció un asesor del exmandatario al periodista de la CNN Jim Acosta, en un claro gesto de disgusto por los resultados que se conocen hasta el momento. Son mucho más parejos de lo esperado inicialmente.
Ron DeSantis tuvo una aplastante victoria en Florida
El veredicto de las elecciones fue más claro en las carreras por los gobernadores de los estados republicanos, como Greg Abbott, promotor de políticas migratorias duras en Texas, o la victoria aplastante de la estrella emergente Ron DeSantis en Florida, que consolida su estatus como uno de los principales candidatos potenciales a la Casa Blanca en 2024.
DeSantis, de 44 años, busca usar estas elecciones intermedias como trampolín para las próximas presidenciales cuando Trump ya prometió para el 15 de noviembre un “gran anuncio”.
Por ahora el magnate puede alegrarse del éxito de algunos candidatos comprometidos con su causa, como el escaño al Congreso de la latina Mónica De La Cruz, impulsora de su política migratoria en Texas, pero sobre todo del de J.D. Vance como senador por Ohio, uno de los bastiones industriales y agrícolas de Estados Unidos.
Este escaño de senador es una gran decepción para Biden, pero los demócratas también se llevaron alegrías. Arrebataron a los conservadores dos gobernaciones: Maryland y Massachusetts, donde Maura Healey será la primera lesbiana en encabezar un estado.
Y en Florida fue un demócrata, Maxwell Frost, de 25 años, se convirtió en el primer miembro de la “Generación Z” en entrar al Congreso, con un escaño en la Cámara de Representantes.
La demócrata Kathy Hochul levantó el ánimo a los demócratas al mantener la gobernación del estado de Nueva York, donde los republicanos creían que podían derrotarla.
El control del Congreso, en juego
En desventaja por una inflación récord en EEUU, Joe Biden podría perder el control de la Cámara de Representantes y el Senado en estas elecciones de medio mandato tradicionalmente desfavorables para el partido gobernante.
Pero la “ola gigantesca” roja, el color de los republicanos, que prometía Donald Trump, aún no se ha materializado, aunque el recuento está lejos de haber finalizado. “No es una ola republicana, eso seguro”, reconoció el influyente senador Lindsey Graham, amigo del expresidente, en NBC.
El senador republicano Ted Cruz, que también había pronosticado un “tsunami rojo”, todavía predice que su partido puede ganar en ambas cámaras, pero reconoce que “no ha sido una ola tan grande como esperaba”.
También lo cree el líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy. “Está claro que vamos a recuperar la cámara”, afirmó.
El control del Senado es incierto. Todo depende de algunos estados clave, como Georgia, Arizona y Pensilvania, donde los duelos son ajustados.
Una de las incógnitas ya se despejó. En Pensilvania los demócratas lograron un escaño potencialmente decisivo con la victoria de John Fetterman frente a un candidato trumpista, informó la prensa local.
Las presidenciales de 2024 en la mira
Si Biden, de 79 años, pierde una de las cámaras, su margen de maniobra se disipa. Quedará paralizado frente a los republicanos que prometen usar todas las armas parlamentarias: investigaciones, incluso sobre su hijo Hunter Biden, y bloqueo presupuestario.
Pero si también pierde el Senado, entonces quedará hipotecada una posible candidatura en 2024. El presidente estadounidense hasta ahora siempre ha dicho que tiene la intención de volver a presentarse. No le quedaba más remedio si no quería perder su capital político. Pero la opinión pública no parece entusiasmada, ni siquiera la demócrata, muy consciente de la edad del presidente, que cumplirá 80 años dentro de unos días.
Además de los escaños de toda la Cámara de Representantes, de un tercio del Senado y una serie de cargos de gobernadores y puestos locales, este martes se celebraron decenas de referéndums, principalmente sobre el derecho al aborto. Además, más de 140 candidatos republicanos que cuestionan el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 fueron elegidos en estos comicios en cargos nacionales y locales, según los medios estadounidenses.