El número de víctimas mortales subió a diez tras el colapso del puente Juscelino Kubitschek de Oliveira, en Brasil. Los cuerpos de una mujer y otra persona fueron hallados a seis kilómetros del lugar del accidente.
La tragedia dejó además siete desaparecidos, según informó la Marina de Brasil. El colapso ocurrió mientras varios vehículos cruzaban la estructura, lo que resultó en el desplome de camiones, automóviles y motocicletas al río Tocantins.
La Agencia Nacional de Aguas de Brasil confirmó que tres de los camiones involucrados transportaban sustancias químicas, incluidos 22.000 litros de pesticidas agrícolas y 76 toneladas de ácido sulfúrico. Las labores de rescate se suspendieron temporalmente por temor a un derrame en el río, pero tras estudios de seguridad, se determinó que las aguas no representaban peligro. Aunque se detectó una fuga de ácido sulfúrico, se consideró insignificante y no comprometió las operaciones de búsqueda.
Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer las causas del colapso y evaluar el estado del puente, en funcionamiento desde la década de 1960. Un video difundido antes del incidente mostró a un residente local denunciando grietas visibles en la estructura, subrayando el riesgo inminente. La tragedia ha generado preocupación por la condición de otras infraestructuras similares en la región.
