Los cinco huían de un grupo de “manifestantes radicales”, confirmó este lunes el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Un militar murió ahogado y otros cinco desaparecieron tras ser arrastrados por un río en la ciudad de Ilave, en la región sureña de Puno, cuando intentaban huir de un grupo de “manifestantes radicales”, confirmó este lunes el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
La institución detalló en un comunicado que el hecho se registró más temprano, cuando una patrulla de las Fuerzas Armadas que se trasladaba desde Ilave hacia la localidad puneña de Juli, “para reforzar las acciones” militares y restablecer el orden interno, “fue interceptada por manifestantes radicales”.
Los manifestantes impidieron el paso “abruptamente y de manera violenta, amenazando al personal militar con piedras, huaracas y otros objetos contundentes”, por lo que la patrulla decidió tomar una ruta alterna que “contemplaba cruzar el río Ilave para evitar el enfrentamiento”.
El Comando aclaró que los funcionarios se vieron en la necesidad de tomar esa alternativa debido a que “los puentes también se encontraban bloqueados”.
En ese contexto, debido a las dificultades y al caudal del río, “seis miembros de la patrulla fueron arrastrados por la corriente, trayendo como consecuencia el fallecimiento por ahogamiento” del cabo Canazas Cahuaya Franz.
Además de los cinco efectivos que permanecen desparecidos, otros cinco soldados se encuentran internados en el hospital de Ilave por hipotermia, en condiciones estables, precisó el comunicado.
“El Sistema de Inspectoría, a su vez, se encuentra realizando las investigaciones correspondientes a fin de determinar las causas exactas de los hechos”, añadió.
La ciudad de Juli fue el epicentro de hechos violentos este sábado, cuando un grupo de manifestantes atacó e incendió con bombas tipo molotov las instalaciones de la comisaría local, exigiendo el retiro de los agentes policiales y del personal del Ejército que apoya la seguridad pública en la localidad.
De acuerdo con un comunicado conjunto de los ministerios de Defensa y del Interior, ese día “aproximadamente 300 violentistas” iniciaron el ataque con piedras y otros objetos contundentes, y en medio de la situación diez policías resultaron heridos.
Adicionalmente, se tiene conocimiento de siete civiles heridos y atendidos en el Hospital Rafael Ortiz Ravines.
Simultáneamente, otro grupo de manifestantes atacó la Base Militar de Juli, dejando heridos a otros diez efectivos del Ejército con cortes en la cabeza, brazos y manos, así como policontusiones en la mayoría de ellos.
También se registró otro ataque a la sede del Poder Judicial y fueron incendiados vehículos pertenecientes a la comisaría, al personal de la Policía y a la patrulla militar.
Todas esas acciones violentas se produjeron en el marco de las movilizaciones contra el Gobierno de la presidenta del país, Dina Boluarte, las cuales dejan desde diciembre pasado un total de 70 personas fallecidas.