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Por primera vez el nuevo gobierno de Estados Unidos escaló sus críticas por el calentamiento global y reveló que se plantea abandonar el histórico Acuerdo de París al cual la humanidad apostó para preservar el medio ambiente.
El director de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA en sus siglas en inglés) de Estados Unidos, Scott Pruitt, un conocido crítico de las políticas que su oficina debería preservar, comentó que se analiza la “salida” de su país de ese acuerdo que reunió a 200 naciones a finales de 2016 y que el gobierno anterior de Barack Obama ratificó.
“París es algo que debemos analizar detenidamente. Es algo de lo que debemos salir, en mi opinión”, afirmó Pruitt en una entrevista con la cadena conservadora Fox. Hasta ahora Pruitt, que como se ha dicho es un escéptico del cambio climático, había dicho que se trataba de “un mal acuerdo” pero nunca había llegado a abogar por la salida del pacto, una promesa electoral del presidente Donald Trump, sobre la que su gabinete está dividido.
“Es un mal acuerdo para EE.UU.”, reiteró Pruitt en Fox, para añadir que “China e India no tienen obligaciones bajo el acuerdo hasta 2030” mientras que Norteamérica “asumió todos los costes” desde el principio.
Los principales asesores de Trump se reunirán esta semana para tratar de decidir si la potencia debe o no abandonar este convenio crucial para combatir el calentamiento global. Pruitt y el jefe de estrategia de Trump, Steve Bannon, un supremacista que ha venido perdiendo peso en el nuevo gobierno, apuestan por salir del pacto, mientras que su yerno y asesor Jared Kushner y el canciller, Rex Tillerson, están a favor de permanecer, según señaló la página de Político. Atento a los cambios súbitos que se han venido produciendo en la agenda de Trump, que giró hacia posiciones republicanas más tradicionales, es fuerte la posibilidad que la dupla Pruit -Bannon pierda la partida, pero no hay seguridades. El mandatario ya ha autorizado el uso de arroyos y ríos interiores para lanzar deshechos de la industria minera, entre otras, que están volviendo a operar precisamente por el criterio anti ambientalista que había traído su administración.
A la reunión, prevista en principio para el martes, asistirá también el ministro de Energía, Rick Perry, aunque los detalles de quiénes fueron invitado y cuándo se celebrará el encuentro aún están sujetos a cambios.
El pasado 28 de marzo, Trump firmó un decreto con el que busca la independencia energética del país y crear empleos, justamente en la deprimida industria del carbón, a costa de empezar a desmantelar el legado contra el cambio climático de su predecesor en la Casa Blanca.
Ese decreto no menciona el Acuerdo de París sobre el cambio climático que establece en el marco de las Naciones Unidas medidas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, redactado en 2015 y que entró en vigor a finales de 2016.
Durante la campaña electoral, Trump prometió sacar a EE.UU. del Acuerdo de París y llegó a decir que la amenaza del cambio climático era un “invento” de China.
Pero el Gobierno del magnate todavía no ha tomado la decisión final respecto a si cumplirá los compromisos del Acuerdo de París y varios miembros del gabinete entre ellos los ministros de Defensa, James Mattis y y el canciller Tillerson, han dado indicios de que están a favor de que Estados Unidos continúe siendo parte de este crucial pacto climático.
Fuente: agencias
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