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Es un secreto a voces: el Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB), hasta ahora socio en el gobierno de Michel Temer, debe pedir al presidente brasileño su renuncia. El propio ex presidente Fernando Henrique Cardoso, fundador de esa agrupación, pidió a Temer que renuncie.
El PSDB, que hasta ahora estaba presidido por el senador Aécio Neves, se reunirá esta tarde para tomar una resolución. Pero la ruptura ya es un hecho, por lo cual deben abandonar sus cargos de ministros.
Este núcleo político también recibió una fuerte sacudida. El empresario Joesley Batista denunció y tiene pruebas de que el legislador le pidió una coima de 20 millones de dólares. Ese ejecutivo es el dueño de la empresa JBS, el mayor frigorífico de Brasil y es quien delató una “bendición“ de Temer para sobornar al ex diputado Eduardo Cunha, a fin de que éste se mantenga en silencio. Cunha, ex presidente de la Cámara baja, está preso en el marco de la gigantesca operación anticorrupción Lava Jato.
Lo cierto es que el pedido de renuncia a Temer abre un espacio inédito en Brasil. Ahora se empiezan a preguntar cómo debe seguir la historia en términos de poder. Se sabe que en lo inmediato asumiría el presidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia y en 30 días tienen que convocar al Congreso para elegir en forma indirecta una persona, que puede ser en teoría un ciudadano cualquiera, para comandar el país hasta las elecciones generales de octubre de 2018.
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