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El presidente Emmanuel Macron designó al diputado Republicano Edouard Philippe como su nuevo primer ministro. Los franceses van a descubrir un premier de solo 46 años, que no conocen demasiado pero que significa un nuevo paso en la renovación de la clase política. La asunción será inmediata y los ministros serán designados mañana.
El nuevo secretario general del Elíseo Alexis Kohler lo anunció en la Cour del Elíseo después de varias horas de espera, 20 minutos antes de la partida del presidente a Alemania para su entrevista con la canciller Angela Merkel.
Después de dinamitar al socialismo en las presidenciales, la selección presidencial decidió iniciar el mismo proceso en la derecha conservadora de los Republicanos franceses para buscar una mayoría amplia y joven en las elecciones legislativas del 11 y 18 de junio. El premier conservador Republicano deberá participar activamente en ellas para evitar un gobierno de cohabitación en Francia y trabajará con los candidatos de En Marcha de la sociedad civil, socialistas y de centro.
Philippe es un abogado normando, hijo de dos profesores y cuyo padre fue director del Liceo francés en Alemania, diputado y alcalde del puerto de Le Havre, que habla fluidamente alemán porque hizo su bachillerato en Bonn y nació en Rouen, el mismo lugar que François Hollande. A los 46 años, Edouard Phillipe representa un conservadurismo social. Fue ex portavoz del primer ministro Republicano Alain Juppé y pertenece a la corriente que se alejó de los Republicanos en plena campaña electoral, cuando el candidato François Fillon decidió continuar en carrera presidencial después del escándalo de los empleos ficticios. Inicialmente socialista, se unió a los Republicanos en el 2004, ante la impotencia de ver que el PS no se reformaba.
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Al igual que Macron, el premier es un egresado de Ciencias Políticas, una de las grandes escuelas francesas, y de la Escuela Nacional de Administración. Hijo político del reformador socialista Michael Rocard, cuando era primer ministro de François Mitterrand. Juppé tuvo con el una entrevista de 8 minutos e inmediatamente después discutió con el su plan y la estrategia partidaria.
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La elección de Macron es tan irreverente como audaz. Philippe puede significar que un grupo de Republicanos de su misma generación, generalmente juppetistas, y que creen en la moralización de la vida política, se sumen a sus filas antes de las legislativas y seduzcan a un electorado conservador azorado con los affaires de corrupción. Un drenaje para los Republicanos, que fueron eliminados en las presidenciales en la primera vuelta, y piensan ganar bancas en las legislativas suficientemente para forzar a Macron a un gobierno de cohabitación. Para evitarlo, el ex presidente Nicolás Sarkozy quiso conseguir antes de la elección un gobierno de unidad, que Macron rechazó porque busca una absoluta renovación de la clase política.
Con la designación, el presidente quiso instalar su propio “tempo” político y el secreto presidencialista será su manera de comunicar. Una gravedad republicana se busca imponer en esta nueva presidencia gestual y que busca diferenciarse de la de François Hollande. Los periodistas fueron citados a las 8 y media de la mañana para conocer el nombre del primer ministro, antes del primer viaje presidencial a Berlín para encontrarse con la canciller Ángela Merkel. Pero las horas pasaron y la información no llegó hasta las dos de la tarde, minutos antes que Macron partiera en avión hacia Alemania.
La primer ministro en ejercicio, el socialista Bernard Cazeneuve llegó al palacio de Matignon a esperar el acto de sucesión mientras una nube de periodistas se instalaba en las cercanías. Nada sucedió durante la mañana. El camión de mudanzas llegó para Cazeneuve y sus papeles mientras el se entretenía con un desayuno con un Resistente de 95 años que había sido su profesor.
Al final en el ministerio del interior comenzaron a organizar a los periodistas a las dos de la tarde para que pudieran ingresar a la Cour de Matignon. El auto DS, que amaba el general Charles de Gaulle que trasladará al saliente primer ministro Cazeneuve a su casa llegó a la Cour del primer ministro. Un gesto para vincular el pasado con la nueva generación.
El nuevo primer ministro Edouard Philippe llegó a su oficina de diputado en la Asamblea Nacional en taxi, rodeado de motos de periodistas y fotógrafos que lo seguían sin decir una palabra. Continuó allí hasta que el secretario del Elíseo anunció su designación.
Su nombre siempre estuvo una lista de otros seis candidatos a premier, que incluían a dos mujeres y a Jean Louis Borlo, el radical y ex ministro de Ecología.
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