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El presidente estadounidense Donald Trump firmó ayer dos decretos clave para combatir el déficit y recuperar mercados comerciales perdidos en los últimos años, que fueron ganados por otros grandes competidores como China. “Estamos en una guerra comercial”, afirmó ayer el secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross, definiendo así lo que implica para la nueva administración en la Casa Blanca.
Los decretos buscan atacar los supuestos “abusos” del comercio exterior, que contribuyen a un déficit de 500.000 millones de dólares en la balanza comercial de Estados Unidos. Con la primera de las órdenes, Trump encarga al Departamento de Comercio y a la Oficina del Representante de Comercio que elaboren un análisis de las causas del déficit comercial con cada uno de los principales socios comerciales estadounidenses.
El objetivo del análisis es “proveer razones a Trump país por país” para que luego el mandatario pueda tomar decisiones “metódicas y analíticas” con las que cumplir sus promesas comerciales, explicó Ross. “Estas acciones están diseñadas para que el mundo sepa que este es otro paso con el que el presidente está cumpliendo su promesa de campaña de combatir los abusos comerciales”, señaló.
China encabeza la lista de socios con los que EE.UU. tiene un mayor déficit, seguida de lejos por Japón, Alemania y México. El análisis servirá para conocer las razones del déficit con estos y otros países, ya sea por razones inevitables como en el caso de los exportadores de petróleo, o si responden a “abusos” como devaluaciones de moneda, practica de “dumping” o competencia desleal.
La segunda orden firmada por Trump está dirigida precisamente a combatir el “dumping” y otorga poderes a varias agencias del Ejecutivo para actuar contra esta práctica adoptadas por gobiernos y empresas extranjeras.
En una entrevista con la CNBC, Ross advirtió que “Estados Unidos no se inclinará más ante el resto del mundo en el frente del comercio”. “Estamos en una guerra comercial”, insistió.Según el secretario de Comercio estadounidense, su país tiene un déficit anual de 500.000 millones de dólares en la balanza comercial. Aunque China es responsable de cerca de la mitad del déficit comercial estadounidense, Ross sotuvo que el gigante asiático no es el objetivo de las medidas, sino que lo son los “abusos”.
Estos decretos de Trump llegan una semana antes de la visita del presidente chino, Xi Jinping, a Estados Unidos. El jefe de Gobierno oriental pasará dos días con el magnate inmobiliario en la mansión que tiene en Florida, Mar-a-Lago.
El presidente estadounidense pronosticó que la reunión con Xi será “muy difícil”, e instó a las empresas estadounidenses a “buscar alternativas” porque el “déficit comercial masivo” tiene que terminar. Trump culpa a China, además de México, del déficit comercial de EE.UU. y de la pérdida de puestos de trabajo debido a la instalación de grandes empresas estadounidenses en otros países.
Sin embargo, el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lu Kang, aseguró que “un 40 % del superávit comercial de China con EE.UU. es creado por compañías estadounidenses en territorio chino”. También defendió que el comercio bilateral ha generado 2,6 millones de puestos de trabajo en Estados Unidos y dijo que los dos países “son altamente complementarios”.
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