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El escándalo por la supuesta entrega de información secreta del presidente estadounidense Donald Trump al canciller ruso Sergei Lavrov y su embajador en Moscú ya saltó a Europa.
Un alto cargo de la inteligencia europea dijo a la agencia AP que su país –al que no identifica para mantener el anonimato- podría dejar de compartir información con Estados Unidos si se confirma que el presidente Trump compartió detalles de información clasificada con los funcionarios rusos. Este alto agente de inteligencia explicó que el motivo sería que “podría ser un riesgo para nuestras fuentes”.
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Según el diario ‘The Washington Post’, autor de la exclusiva sobre la filtración de Trump a los funcionarios rusos, los datos secretos que el presidente estadounidense contó a Lavrov tendrían origen en información que un país aliado de Estados Unidos habría entregado a la CIA. Ese país –que podría ser uno europeo- no habría dado permiso a Washington para compartir esa información con terceros.
La agencia AP también emitió esta mañana un comunicado del diputado alemán Burkhard Lischka en el que el legislador germano asegura que “si se prueba como verdadero que el presidente estadounidense entregó datos de inteligencia eso sería muy preocupante”.
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Este diputado, miembro del comité de inteligencia del Bundestag, dijo también que si Trump “entrega esta información a otros gobiernos, se convierte en un riesgo para la seguridad de todo el mundo occidental”.
El Kremlin quiso quitarse de encima el escándalo. El portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, dijo en una conferencia de prensa, según la agencia AFP, que el nuevo escándalo del presidente Trump “no es nuestro asunto, es el último sinsentido. No queremos tener nada que ver con este sinsentido”.
El presidente estadounidense Donald Trump confirmó en varios mensajes en su cuenta de Twitter que había entregado información a sus visitantes rusos pero que eso no constituía ninguna ilegalidad. El consejero de Seguridad Nacional había dicho horas antes que Trump no compartió ninguna información confidencial con Lavrov y el embajador ruso en Washington.
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