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En un clima de fuerte tensión por la represión que viene aplicando el gobierno de Nicolás Maduro, la oposición realiza una gran marcha del 1° de Mayo para reclamar elecciones urgentes, la liberación de los presos políticos y medidas humanitarias ante la grave crisis alimenticia que enfrenta la población.
El gobierno responde a su vez con un endurecimiento de las medidas de control. Cerró casi todas las líneas de subte -al menos 31 estaciones- y desplegó efectivos de las fuerzas de seguridad en los puntos clave de la ciudad, bloqueando el acceso.
Maduro también convocó por su parte a una manifestación por el Día del Trabajador frente al Palacio de Gobierno, donde el chavismo demostrará su adhesión a las medidas oficialistas. Ya empezaron a llegar los micros con los simpatizantes.
La oposición marcha desde 25 lugares diferentes, para confluir finalmente en dos grandes concentraciones. La primera frente al Tribunal Supremo de Justicia, que viene bloqueando todas las medidas del Parlamento, y otra ante el Poder Judicial y Electoral para reclamarle que permita elecciones libres y anticipadas.
Caracas está paralizada, a la espera del avance de las principales columnas opositoras. La convocatoria de la Mesa de Unidad Democrática promete ser masiva, como en otras ocasiones.
Hay mucho temor al accionar de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana. En algunos lugares, como El Paraíso -un barrio de Caracas-, ya intentaron disolver la concentración con gases lacrimógenos.
Desde el 1 de abril, fecha en que el gobierno a través del Tribunal Supremo disolvió el Parlamento -medida que luego tuvo que dar marcha atrás- se han registrado más de una decena de protestas antigubernamentales, algunas de las cuales fueron brutalmente reprimidas.
En sólo un mes hubo al menos 33 muertos y más de 400 heridos. Los detenidos suman 1.700, aunque la gran mayoría fueron liberados posteriormente.
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