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Los tres directivos principales del Palau de la Música, emblema de la cultura catalana, confesaron ayer que transfirieron durante más de una década, cuantiosos sobornos de grandes empresas al partido nacionalista Convergencia. Esta fuerza gobernó treinta años en la comunidad autónoma dirigido por el líder nacionalista, Jordi Pujol.
Ha sido un episodio inédito en los innumerables casos de corrupción política que asfixian a España hace largos años. Ahora ha llegado el momento de las sentencias durísimas y el envío a prisión a los grandes culpables.
Después de las sentencias a más de 14 años de cárcel a los responsables del caso Gurtel, (que ya están en prisión) una red que operó en varias comunidades autónomas, en torno al Partido Popular, el temor de los corruptos procesados acelera confesiones y pactos con los fiscales de los más comprometidos.
Los tres principales responsables el Palau de la Música (Felix Millet, presidente, Jordi Montull y su hija Gemma) pactaron con el fiscal confesar que eran ciertas todas las acusaciones fiscales por diversos delitos de corrupción y el uso de la Fundación de una de las entidades culturales más prestigiosas, para transferir sobornos de empresas a cambio de contratos de obras en beneficio de Convergencia, el partido de Jordi Pujol.
El alevoso saqueo durante más de 15 años del Palau se estima en 36 millones de euros por los fiscales, 9,6 millones de los cuales se han evaporado. Millet, riquísimo miembro de una aristocrática familia catalana siempre muy ligado al nacionalismo, lo controlaba todo y cuando empezó el escándalo hace 9 años admitió haber robado 3,3 millones de euros. Hace 8 años que se desarrollaba el proceso que ahora entró en su etapa final.
La fiscalía pide 27 años y medio para Millet, Montul y 26 años para su hija. Además, 7,5 años de prisión para el extesorero de Convergencia, Daniel Osakar, quien junto a su antecesor ya fallecido, Carlos Torrent, recibieron los sobornos de las empresas.
La que más operaciones ilegales realizó, Ferrovial, es una de las principales españolas y la mayor como constructora infraestructuras, presente en 15 países. Dos altos ejecutivo de Ferrovial están entre los 19 procesados con un pedido de 4,5 años de cárcel por los acusadores públicos.
Convergencia, cuando estalló el escándalo por innumerables casos de sobornos que llegaban al partido de Pujol, también bajo proceso con su esposa y 7 hijos, se comprometió con el secesionismo y cambio su nombre por el de Partido Democrático. Las investigaciones que lo comprometen profundamente son rechazadas como una prueban de la “conspiración del gobierno y los españolistas” contra los partidarios de la independencia.
Las confesiones explotaron desde primeras horas de la mañana de ayer y cuando llegaron al parlamento catalán, hicieron clara mella en lo secesionistas. Hace dos años que Cataluña es el centro de la peor crisis institucional en España.
Convergencia-Partido Democrático, liderada por Artur Mas, el principal colaborador de Pujo, lleva adelante asociado con Eskerra Republicana, una tenaz campaña, muy popular, para realizar un referéndum sobre el derecho exclusivo de los catalanes a decidir soberanamente.
El gobierno español ha recurrido al Tribunal Constitucional y hasta ahora ha bloqueado esas maniobras que son contrarias a la legalidad de la Carta Magna. Pero, ahora, los secesionistas se proponen realizar por las bravas el referéndum sin importarles el ordenamiento constitucional.
Prometen constituir una República Catalana independiente de España, con sus propias instituciones. Todo, afirman, está preparado. Pero, los episodios de corrupción como el del Palau de la Música, desprestigian al movimiento y ponen en cuestión los valores de la República Catalana.
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