Adolescente se fugó de su casa e inventó un secuestro para que su mamá no la rete

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Una adolescente de Salto Encantado inventó un secuestro para evitar ser reprendida por su familia tras haberse escapado de su hogar, lo que provocó una movilización policial y una investigación que concluyó en una causa por falsa alarma.

En la tarde del pasado miércoles, una situación de aparente gravedad en Salto Encantado movilizó a la comunidad y a las fuerzas policiales locales. Una mujer de 54 años, denunció la desaparición de su hija Naylin de 16 años, quien se había ausentado de su hogar alrededor de las 15:00 horas del día anterior.

Tras horas de incertidumbre y búsqueda, la joven fue hallada por su hermano, aproximadamente a las 11:00 horas del día siguiente, en una vivienda deshabitada ubicada a 1,5 kilómetros de su casa.

Según el relato inicial, la menor fue encontrada consciente, acostada en una cama, con ambos brazos atados a la altura de las muñecas con un cable. Inmediatamente, la joven fue trasladada al Hospital de Aristóbulo Del Valle, donde los médicos de guardia diagnosticaron “hematomas leves en ambas muñecas”, sin otras lesiones aparentes.

Durante la declaración de la menor en presencia de su madre, la adolescente ofreció varias versiones contradictorias de los hechos, sugiriendo inicialmente un posible secuestro y abuso sexual.

Sin embargo, las inconsistencias en su relato llevaron a los investigadores a dudar de la veracidad de sus afirmaciones. Finalmente, la joven confesó haber inventado la historia por miedo a ser reprendida por su familia tras haberse escapado de casa.

La División de Policía Científica de la Unidad Regional XI realizó un relevamiento en la vivienda tipo campamento donde se encontró a la menor, secuestrando el cable que supuestamente había sido utilizado para atarla.

Los nudos observados en el cable no coincidían con una atadura firme, sino que mostraban marcas amplias que no correspondían a la pequeña circunferencia de las muñecas de la menor. Además, se incautó la vestimenta de la joven para pericias adicionales.

El magistrado de turno, que había sido informado de cada paso de la investigación, había dispuesto un turno para que la menor fuera atendida en el hospital Samic de Oberá. No obstante, tras confirmar que se trataba de una falsa alarma, el juez ordenó que la adolescente fuera entregada a sus familiares para su guarda y custodia.