La investigación por el homicidio de Denis Damián Iglesias, el camionero de 21 años asesinado a balazos en Garupá, incorporó un dato clave: la pericia de parafina realizada al único sospechoso demorado no detectó restos de pólvora en sus manos. Con ese resultado, el hombre quedó desvinculado por el momento del hecho, mientras la Policía continúa la búsqueda del autor material del crimen y del arma utilizada.
El examen fue ordenado por el Juzgado de Instrucción interviniente y practicado por personal de Policía Científica, con el objetivo de determinar si el detenido había disparado o manipulado un arma de fuego. Al no hallarse residuos compatibles con pólvora, la medida permitió descartar esa hipótesis inicial, sin perjuicio de que la causa siga avanzando por otras líneas investigativas.
El ataque ocurrió el jueves por la noche, minutos después de las 22, en el barrio Belén de Garupá. Iglesias fue interceptado en la vía pública y recibió siete disparos a corta distancia, según confirmaron fuentes judiciales. Tras el ataque, fue trasladado de urgencia al hospital de Fátima, donde ingresó sin vida.
La autopsia determinó que los proyectiles impactaron en distintas partes del cuerpo: tres en el pecho, uno en la espalda, dos en los muslos y uno en la rodilla. Los investigadores señalaron que las vainas servidas halladas en la escena corresponden a un arma calibre 9 milímetros, que aún no fue localizada.
De acuerdo con los primeros testimonios, el hecho fue presenciado por la pareja de la víctima y por familiares que se encontraban en las inmediaciones, ya que el joven habría llegado momentos antes al domicilio cuando fue atacado.
En paralelo, los pesquisas analizan el contexto del homicidio. A unos meses del hecho, en una zona cercana al lugar del ataque se habían realizado allanamientos vinculados a una causa por presunta actividad de piratas del asfalto. En ese marco, no se descarta que Iglesias haya sido atacado por error, aunque esa hipótesis todavía no fue confirmada oficialmente.
Tras el crimen, efectivos de la Dirección Homicidios, junto a personal de la Unidad Regional X, realizaron un operativo que incluyó allanamientos y el secuestro de armas de fuego, un camión y un automóvil. Sin embargo, ninguno de esos procedimientos permitió, hasta el momento, identificar al tirador.
La causa sigue bajo estrictas directivas judiciales. Los investigadores profundizan la recolección de testimonios, el análisis de cámaras de seguridad y otras medidas probatorias con el objetivo de dar con el autor material del homicidio, establecer las motivaciones del ataque y reconstruir la secuencia completa del hecho.











