Fue la médica de guardia del hospital local la que informó a la Policía que habían acudido hasta la mencionada comunidad originaria porque una joven de 20 años habría dado a luz a un feto de 32 semanas, “con malformación facial, múltiples fracturas de cráneo y sin signos vitales”.
Los investigadores entrevistaron al personal médico, que manifestó que la madre no evidenció maltrato y había expresado dolores antes de su parto. Igualmente fue derivada en la ambulancia al hospital SAMIC de Oberá para mejores estudios y para controlar el sangrado.
También confirmaron que el feto era de género femenino y pesaba 1,3 kilo.