"Estamos desesperados: queremos que Suárez diga qué hizo con nuestra hija"

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Su foto recorre las redes, su sonrisa dulce domina el dolor en cada marcha que pide por ella. Daiana Garnica (17) salió hace 12 días de su casa junto a Darío Suárez (40), su vecino, y desapareció. El hombre está detenido, junto a otras nueve personas, acusado de haberla matado aunque el cuerpo no fue hallado. Los investigadores creen que la violó, la asesinó y la quemó en el horno de la ladrillera adonde él trabaja. “Pasan los días y estamos desesperados: queremos que Suárez diga qué hizo con nuestra hija”, afirma conmovido a Clarín el padre de la adolescente, Ramón Garnica.

El familiar de la chica sospecha que ella está muerta. “Era una chica muy buena. Siempre estaba dispuesta para ayudarnos. Siempre colaboraba en la casa pese a que volvía los sábados a la tarde de su trabajo cuidando a un señor mayor”, cuenta.

Policiales, Tucuman, caso Daiana Garnica. FOTO LA GACETA

Ayer se presentó ante el fiscal Claudio Bonari un adolescente de 17 años que habría visto a Daiana en la tarde que desapareció con un hombre mayor, el sábado 6 de mayo. El muchacho le aportó este dato a la familia. Señaló que primero vio a la pareja y que creyó que eran padre e hija. Luego le llamó la atención que el hombre la tomara con cierta rudeza pero al ver gente se calmó y se fueron.

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“Quiero saber qué ocurrió con mi hija. No vamos a parar hasta saberlo. Saco fuerzas de donde no tengo porque necesito saber dónde está mi hija”, advierte Garnica. “Daiana era una chica de su casa, volvía los sábados y se quedaba con nosotros. No iba a bailar. Le gustaba estar con su familia. Quería ayudar con su sueldo para que termináramos la casa”, añade.

La adolescente cuidaba a un anciano en San Miguel de Tucumán, donde estaba toda la semana. Allí había trabajado su madre, Susana Cisneros. La chica reemplazó a su hermana mayor cuando ésta se casó.

Tucuman, Daiana Abigail Garnica, desaparecida. FOTO LA GACETA

A pesar de la peor presunción, los padres de Daiana dicen sobre Suárez: “No le tenemos rencor, pero queremos saber qué hizo con ella”. El hombre permanece detenido junto al dueño de la ladrillera adonde trabaja, un amigo y siete familiares, acusados de encubrimiento. “Somos vecinos, su casa está casi frente a la nuestra. Muchas veces compartimos un mate y Daiana lo ayudó en varias oportunidades”, dicen. Y añaden: “En varias ocasiones colaboraba con nosotros. Pero creo que venía maquinando las cosas desde hace tiempo”.

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Los Garnica y Suárez llegaron al barrio Julio Abraham, de Alderetes, municipio vecino a la capital tucumana, cuando se inauguró, hace poco más de tres años.

El 6 de mayo pasado, Daiana salió de su casa tras recibir un mensaje de texto de Suárez donde le pedía que lo acompañara a buscar un regalo para su madre. “No le cuentes a nadie”, terminaba. Él admitió haber mandado ese mensaje, pero aseguró que nunca se encontraron.

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