Halcón, el perro entrenado que encontró el cuerpo de Araceli

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Raúl Rodríguez es el jefe de la división de canes que tiene a Halcón, el perro entrenado en rastros que -según confirmó a Clarín– el jueves hizo la “marcación” del lugar exacto donde estaba muerta Araceli Fulles.

La chica, de 22 años, estaba desaparecida desde el 2 de abril. Su cuerpo apareció semienterrado, desnudo, y cubierto con cemento y otros materiales de construcción en una casa de la localidad bonaerense de José León Suárez.

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La División del Cuerpo de Bomberos Voluntario de Punta Alta aportó cuatro perros especializados para la búsqueda. Entre ellos estaba el ovejero sable que se sentó -para indicar que “ahí hay algo”- frente a la casa donde luego se encontraría a la víctima.

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La data de muerte de Araceli es de entre 28 y 30 días, un lapso compatible con la fecha de su desaparición.

El jueves a las 8 de la mañana Pedro González Peña, segundo jefe de esa división, y su equipo comenzaron el rastrillaje en la zona del depósito municipal de coches de esa localidad de San Martín.

Allí trabajaron hasta las 14:30 y regresaron a la base de operaciones en la que se instalaron para el caso: el Cuartel Central de San Martín.

Cerca de las 15 -relata González Peña- llegaron oficiales de la Departamental para llevarlos a otro sector en busca de más rastros.

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Ya habían encontrado indicios que alertaron a la Policía Científica: parte de su ropa y un necessaire que tenía escrito su apodo, “la morocha”. Esas y otras pertenencias se le dieron a oler a Halcón para que siga su rastro.

“Tiene 4 años y hace 3 que empezó a entrenarse con nosotros. Les dimos las cosas de Araceli para que identifique su olor”, explica Rodríguez a Clarín. Halcón incorporó el rastro “de inmediato” y fue con su guía, Marcos Guerrero, a donde lo trasladaron dentro de un canil celeste.

“Arrancamos en un lugar, le dimos Halcón el rastro específico y entre los 50 y 70 metros marcó un domicilio”, relató Gómez Peña.

Una vez que Halcón se sentó, el guía pidió a la oficial que lo acompañaba que requiera la autorización para entrar a la casa. “Ahí el perro se fue a una habitación y realizó la segunda marcación al sentarse”, precisó Rodríguez. Ahí estaba Araceli.

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Según las fuentes, la encontraron a unos 35 centímetros de profundidad.

Gómez Peña también contó que ayer fueron a las 16.30 a esa casa de la calle Alfonsina Storni y que era la primera vez que ellos habían ido con los perros.

Este cuartel de esa ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires posee el denominado cuerpo Canino K9, que ya participó en otras búsquedas de personas desaparecidas en distintas partes del país.

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Los bomberos de la K9 fueron convocados desde la semana pasada por la UFI 2 para ayudar en el operativo de búsqueda de la chica desaparecida. Otra circunstancia clave para el hallazgo de los restos fue la insistencia del hermano de Araceli para que los investigadores volvieran a ese terreno.

La casa donde se encontró su cuerpo es de la madre del camionero Darío Badaracco (29), que continúa prófugo.

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