Cuando llegó la policía constató que momentos antes, hubo un caso de violencia intrafamiliar; una discusión de pareja que tuvo una derivación extrema, cuando un hombre de 32 años quemó la casa en la que residía su familia.
El estado de los dos hijos del acusado y su pareja era desesperante, y fueron trasladados de inmediato hasta el Hospital. Las primeras curaciones apuntaron a evitar infecciones externas, pero la mayor preocupación mostraba la evolución del niño de 7 años que debió ser sedado y conectado a un respirador, porque las quemaduras en su cuerpo eran del 70 por ciento y la inhalación de monóxido de carbono no fue poca, lo que le afectó las vías respiratorias con el calor.
Fue clave la intervención de Mauricio López (25), tío de los niños, quien no dudó en ingresar a rescatar a sus sobrinos. “Yo vivo enfrente y escuchamos los gritos de una pelea o discusión fuerte de mi hermano con su pareja. Pasaron unos minutos y las llamas alarmaban a todos los vecinos.
En cuanto al estado de los menores, hasta anoche el más pequeño continuaba grave. Sufrió quemaduras de tipo B en el 70% de su cuerpo y cursa un “shock distributivo. Desde lo respiratorio presenta “mayor compromiso pulmonar” que lo previsto el día anterior. Con respecto a su hermano de 9 años, permanece también desde el día del incendio en la unidad de Terapia Intermedia, en estado reservado y sufrió quemaduras tipo AB/B en el 25% de la extensión de su cuerpo. La madre de los menores en tanto sufrió quemaduras del 24% de la superficie corporal total.
Fuente Primera Ediciön
