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Una semana después, el publicista Juan Manuel Ferrari (50) apareció a más de 500 kilómetros de Chacabuco, el último lugar donde había sido visto. La Policía de Entre Ríos lo encontró ayer en una estación de servicio en el kilómetro 296 sobre la Ruta 14. El dato lo aportó su abogado, Alejandro Sánchez Kalbermatten, quien dijo que a las 14.45 recibió un llamado de Ferrari avisándole que “estaba bien”, que “le robaron un maletín con plata” y si lo podía “ir a buscar a Concordia”.
Cuando los agentes lo encontraron, el hombre dijo que se había ido “por problemas económicos” pero no mencionó ningún robo, según informaron fuentes de la Fuerza a Clarín.
Anoche, desde la Policía entrerriana se comunicaron con Cristina Roberti (50), la novia y denunciante de la desaparición del empresario, para avisarle que Ferrari estaba “bien” y “con miedo”.
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El hombre –que se dedicaba al marketing deportivo– quedó bajo custodia, a la espera de peritajes médicos y psicológicos y de declarar sobre qué pasó mientras era buscado. “Se lo veía bastante nervioso”, dijeron voceros de la Fuerza.
A pesar de la aparición del publicista, el caso todavía deja muchas dudas sin resolver. Sobre el llamado que recibió de su cliente –desde un número desconocido–, Sánchez Kalbermatten dijo: “Lo noté confundido, hasta lloraba. Me dijo que le robaron un maletín con plata y como que se lo llevaron, y que el sábado lo liberaron y fue cuando se enteró de que lo estaban buscando”.
Los investigadores establecieron que el empresario pasó a visitar a su madre el mismo lunes de la desaparición por la localidad de Chacabuco y que de allí viajó a Junín.
De acuerdo a la versión policial y la de su abogado, Ferrari todavía tenía la camioneta Volkswagen Amarok gris que le había prestado un amigo. Con ella fue desde su departamento en Puerto Madero, el lunes al mediodía, hasta lo de su madre en Chacabuco. Y desde ahí, a pesar de que dijo que se iba a reunir con alguien en Junín, llegó hasta Federación, en Entre Ríos.
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Antes de abandonar Capital Federal, el empresario pasó por el kiosco de su ex esposa para dejarle dinero por la cuota alimentaria de los hijos. Aunque a la mujer le pareció extraño que le diera una suma superior a la habitual.
Con el dato de que iba a Junín, la Policía Federal analizó las cámaras de seguridad de las salidas de Chacabuco y accesos a Junín. En ninguna aparecía la Amarok, que además contaba con un pedido de secuestro por la desaparición del publicista. La única posibilidad era que haya tomado una salida en la dirección opuesta que las cámaras no cubrían.
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Según Sánchez Kalbermatten, Ferrari “pasó tres controles policiales por la ruta 14 y nadie lo paró”. Después del llamado de Ferrari, el abogado avisó “al Ministerio de Seguridad y a la fiscalía que tiene el caso para que lo vayan a buscar”. En Concordia, la policía no lo encontró. Estaba más al norte, en Federación. Cuando trascendió la noticia de su aparición, ni su madre ni su pareja estaban enterados. A todos les resultó muy raro que el hombre se haya ido sin avisar.
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