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No sólo los vecinos hartos de hacer denuncias, también policías y funcionarios, conocen que las esquinas oscuras de la avenida de circunvalación de la ciudad fueron tomadas hace años por vendedores de drogas, travestis -la mayoría de ellas extranjeras-, y que la llamada “zona roja” de Mar del Plata, al caer el sol, se convierte en un peligroso territorio donde de la mano del narcotráfico imperan la prostitución y la muerte. En un megaoperativo sin precedentes aquí, la Justicia Federal desbarató durante el fin de semana una banda de traficantes que se dedicaba además a la trata de personas y detuvo a 15 personas, entre ellas a cinco policías de la Bonaerense, dos de los cuales justamente trabajaban en la división que debe combatir la venta de drogas.
Las fuerzas policiales llamaron el operativo “Tacos Blancos”, pues quienes se encargaban de vender cocaína y marihuana eran travestis. De acuerdo a los investigadores, muchas de ellas habían llegado desde Perú para ejercer la prostitución, tentadas “por sus pares más antiguas”, pero una vez aquí eran obligadas a vender drogas.
Conferencia. Los jefes policiales que anunciaron el operativo “Tacos Blancos”, el lunes, en Mar del Plata. TELAM
Entre los detenidos están los acusados de liderar la organización: se trata de dos personas de nacionalidad peruana, la trans Mara Angela Cambarelli y su pareja; ella es la presidenta del Grupo Transparencia Marplatense (GTM).
“Más que zona roja era la zona blanca”, dijo el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, este lunes en Mar del Plata: “La prostitución era una pantalla”, explicó. Especificó además que la investigación lleva varios meses, pero que la situación se había tornado “insostenible”, por lo que debieron actuar.
Para revelar los detalles del megaoperativo a Roncaglia lo acompañaron el jefe interino de la Policía Bonaerense, comisario Fabián Perroni, y el responsable de la Policía Local, Fernando Telpuk. También, el fiscal federal general, Daniel Adler.
Contaron los funcionarios que se secuestraron 2,5 kilogramos de cocaína, frascos con cogollos de marihuana, 110 mil pesos, autos, motos y teléfonos celulares, y que la droga procede de Perú, Bolivia y Colombia. Pero no revelaron detalles en profundidad. Ocurre que el juez federal Santiago Inchausti, que hoy tomó declaración a algunas de las trans que vendían drogas en paradas en tono a la zona de las avenidas Champagnat y Luro, dispuso el secreto del sumario.
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Los jefes policiales dijeron que la investigación continúa. Tiene la dirección la División Antidrogas de la delegación local de la Policía Federal, que el sábado, con más de 200 agentes federales en la calle, en 31 allanamientos, detuvo a 13 personas, entre ellas tres policías de la Bonaerense: dos oficiales que cumplían funciones justamente en el área de Drogas Ilícitas y un sargento de la comisaría 4°. Y este mediodía fueron detenidos los dos restantes, un matrimonio de policías.
El fiscal Adler sostuvo que terminó por probarse la “cobertura estatal” para que los delitos investigados pudieran llevarse adelante. “Tenemos que ir no por el pequeño vendedor de drogas, sino por el crimen organizado y eso implica en parte la participación estatal. Cuando el Estado malo está metido, el Estado bueno viene a rescatar al ciudadano del Estado que no lo protege”, apuntó el fiscal.
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“Lamentablemente tenemos personas que no han sido fieles a sus juramentos ni al compromiso asumido ante la sociedad”, puntualizó Adler. La causa es instruida por el fiscal federal Nicolás Czizik.
La “zona roja” marplatense ha sido escenario de decenas de procedimientos policiales y aunque la mayoría fue por drogas, algunos fueron por crímenes. Los investigadores hablan de que allí hubo “hechos de sangre que significaron la muerte de individuos” y de “permanentes grescas por posesión del territorio”.
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