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Algo tan simple como ir a comprar comida a una rotisería se convirtió en una pesadilla para Leonardo, un vecino de Lomas de Zamora, que terminó en un auto que no era el suyo, rodeado de delincuentes que lo molían a palos y lo amenazaban y llegaron entrar con el coche a su vivienda. Pero su mujer vio todo por la ventana y se encerró en el baño junto a su hija de 10 años y su mamá; mientras su marido en un acto desesperado logró zafarse de los ladrones. “Me tiré como venía en la puerta del vecino y pude entrar. Le pedí a los gritos que llamara al 911 y a la comisaría. Enseguida activó la alarma que contratamos todos los vecinos de la cuadra por seguridad”, relató el hombre.
“Pusimos la alarma vecinal y empezamos a gritar pidiendo a la policía. Salieron todos los vecinos a la calle y unos minutos después llegó un patrullero. Cuando entramos a mi casa, los delincuentes ya se habían ido y mi familia estaba a salvo“, dijo esta mañana Leonardo en declaraciones a C5N.
Fue el sábado por la noche cuando a Leonardo lo interceptaron los ladrones, Había ido con su auto a comprar una paella para cenar con su esposa, su hija de 10 años y su suegra de 81 en su casa de Parque Barón. “Cuando salgo del negocio, llamo a mi señora para avisarle que estaba volviendo. Esta es una maniobra que tenemos con mi mujer por seguridad, yo le aviso para que sepa dónde voy”, relató.
A pocas cuadras del local del comidas, a la altura de Temperley, varios hombres a bordo de un coche le cruzaron el paso, lo obligaron a detenerse y lo amenazaron con armas para asaltarlo. “Cuando me quiero ir, tengo otro auto atrás. Me agarraron de la remera, me llevaron a las piñas al auto de atrás en el cual había cuatro delincuentes. Me pegaron piñas en todo el cuerpo y me pedían la plata. ‘A vos te vendieron’, me decían“, explicó Leonardo, y se sinceró: “Pensé que a mi casa no volvía, que me iban a secuestrar”.
Fue media hora de tortura la que vivió este vecino de Lomas de Zamora secuestrado por lo delincuentes, que lo llevaron a dar vueltas por todos lados hasta que lo llevaron a su casa, ubicada en la calle Santa Isabel y Newbery, en Parque Barón. “Levantaron el portón automático y metieron el auto. Pero toda la maniobra la vio mi esposa desde adentro. Entonces corrió, agarró a mi hija y a mi suegra y se encerró en el baño“, dijo.
Fue mientras los ladrones pretendían ingresar a su vivienda por una ventana que aprovechó un descuido de los delincuentes y salió corriendo hasta la casa del vecino de al lado, que tenía la reja de calle abierta. “Me tiré como venía en la puerta del vecino y pude entrar. Le pedí a los gritos que llamara al 911 y a la comisaría. Enseguida activó la alarma que contratamos todos los vecinos de la cuadra por seguridad, como consecuencia de los robos, y todos empezaron a salir a la calle a ver lo que estaba pasando y a gritar pidiendo a la policía”, relató.
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Pocos minutos más tarde llegó un patrullero de la comisaría local y los policías entraron a la casa de Leonardo, pero los delincuentes ya habían escapado en los mismos autos en los que habían llegado.
“Mi esposa, desde dentro del baño, escuchaba como manoteaban la puerta y le decían a los gritos que abriera y que les entregara la plata“, dijo Leonardo.
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