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Las imágenes a las que tuvo acceso Clarín empezaron a circular en el barrio la semana pasada. Los mismos hombres que tirotearon una casa se filmaron durante el ataque. Quisieron que todos supieran quién fue, pero sobre todo por qué: un grupo de vecinos de la zona se atrevió a denunciar el avance de la droga en Ingeniero Budge, a unas 15 cuadras de La Salada. Como venganza, despertaron a una familia, de madrugada, con una ráfaga de balas.
Todo empezó en marzo, después de que removieran a las autoridades de la comisaría 10ª de Lomas de Zamora, con jurisdicción en la zona. Los vecinos se reunieron con el nuevo jefe policial y denunciaron la venta de droga en una esquina de Budge. Después de ese reclamo pusieron un patrullero para evitar que los “soldaditos” se instalaran allí.
Al principio, los vecinos pensaron que había funcionado, porque ya no estaban los dealers que solían parar junto a un altar, al costado de las vías del Ramal Aldo Bonzi del Belgrano Sur.
Hasta el 5 de mayo creyeron que la organización vecinal había servido. Pero esa noche escucharon los tiros en la cuadra. Los autos que habían quedado estacionados en la calle tenían impactos de bala y el frente de las casas también. “Otra pelea entre bandas”, pensaron.
Hasta ahora, no sabían de qué se trataba. Es que en una de las zonas más calientes del GBA, donde la droga y el narcomenudeo avanzan sin control, los tiroteos no son una novedad.
Fue a través de las redes sociales, grupos de WhatsApp y entre gente del barrio, que hicieron circular la filmación del ataque. Creen que los transas decidieron difundir el video para dejar claro que no fue cualquier tiroteo, sino una amenaza.
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“¿Está la puerta?, ¿A la puerta?”, se escucha antes de que un hombre dispare con una ametralladora frente a la casa.
Según confirmaron a Clarín, los que al principio se habían involucrado en el reclamo se asustaron al ver el video y la amenaza directa por sus reclamos. Tienen miedo, dejaron de atender el teléfono y buscan la manera de irse del barrio. La víctima ni siquiera quiso hacer la denuncia por la agresión y la Policía dejó de aparecer en la zona.
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La comisaría 10° de Ingeniero Budge estuvo señalada en decenas de causas por corrupción. Incluso removieron a 10 comisarios en los últimos cuatro años. Al menos, cuatro de ellos fueron apartados por denuncias vinculadas a pedidos de coimas relacionadas al negocio del narcotráfico y de La Salada. Su jurisdicción es una de las más calientes del Conurbano Bonaerense y los vecinos denuncian complicidad policial ante el avance desmedido de la droga.
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