La misionera fue asesinada el 18 de este mes en una cárcel de Guatemala. Fue a visitar a uno de los detenidos cuando en ese preciso momento se desató una feroz guerra entre los reclusos de uno y otro bando. En ese cruce de balas, la obereña quedó en el medio y fue su peor final.
Desde antes de las 9, el cuerpo arribó a la sala velatoria Andresito y allí está su madre, familiares y amigos que mantienen el hermetismo sobre lo sucedido.