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El espaldarazo que significó la marcha del sábado todavía le rinde Mauricio Macri. El Presidente se siente fuerte. A pesar de Martín Lousteau y su renuncia. Tan fuerte como para mostrarse junto al intendente de Lanús Néstor Grindetti, que el lunes había sido escrachado tras la presunta represión de la Policía bonaerense en el comedor “Los cartoneritos”, un hecho que fue denunciado por vecinos y organizaciones sociales. La actitud del Presidente fue diametralmente distinta a la que había tomado al principio de su gestión, cuando su ex ministro de Hacienda en la Ciudad quedó en el centro de la escena y con dificultades para explicar su participación en una off shore con una cuenta en Suiza, fruto de la investigación periodística conocida como Panamá Papers, por la que el Presidente también es investigado. En Provincia negaron la relación. La actividad había sido definida desde antes y el intendente participó luego del acto de una reunión con la gobernadora en La Plata.
La excusa fue la visita a un centro del servicio de emergencia del SAME en la localidad del Conurbano, que los Ejecutivos de Nación, Provincia y Ciudad decidieron replicar en 20 distritos del Gran Buenos Aires. María Eugenia Vidal, que a pesar del prolongado conflicto con los gremios docentes, sigue siendo la política que mejor mide en todo el país, acompañó al Presidente y al jefe comunal. El escrache se había producido el lunes, durante la inauguración de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante local, cuando un grupo de manifestantes irrumpió en la sesión con carteles que llevaban la leyenda “Háganse cargo”. Son las mismas palabras que había utilizado el Jefe de Gabinete Marcos Peña durante su último informe en Diputados. Sin embargo, estaba dirigido a Grindetti y a Diego Kravetz, su secretario de Seguridad.
El respaldo a Grindetti fue silencioso. No se permitió el acceso a periodistas y el Jefe de Estado no hizo declaraciones. “El presidente Mauricio Macri se interiorizó hoy sobre la marcha del SAME Provincia, que funciona en el ámbito bonaerense, durante una visita al Centro Unificado de Comando y Control, en el municipio de Lanús”, reza el comunicado difundido desde Presidencia. Trasladar la experiencia del sistema de emergencias porteño es una de las apuestas fuertes del macrismo -además de las obras- para sumar simpatías en el Conurbano, una zona en la que el macrismo sigue sin poder penetrar.
En la primera etapa del programa, que ya se encuentra en ejecución, el nuevo sistema llegará 20 municipios. Se entregaron 140 ambulancias y se creó un equipo de atención de 2.500 personas. El Gobierno calcula que impactará a siete millones de bonaerenses. El Gobierno buscará visibilizar y darle más volumen al programa en la cercanía de las elecciones primarias. La segunda etapa comenzará mediados de junio. Además, prevén la adhesión al sistema de 20 municipios más y que el servicio sea utilizado por 14 millones de personas. Las fotos de las inauguraciones en cada distrito le permitirán a Macri mostrar gestión en el Conurbano.
La semana pasada en el ministerio del Interior había malestar con Grindetti, porque las obras de la Nación en el distrito no tenían cartelería de la administración nacional y, en cambio, se resaltaba la publicidad oficial del intendente. Esa confusión entre obras nacionales y municipales se da en varios distritos opositores del GBA, pero en la Cartera que dirige Rogelio Frigerio no conciben que la situación se repita en los distritos propios.
Desde el último mes, el Presidente retomó su agenda en el Conurbano casi siempre en compañía de la gobernadora. Con la excepción de Malvinas Argentinas -donde visitó una fábrica de helados- y de Florencio Varela -donde participó de una actividad cerrada por el Día de la Mujer- el mandatario eligió solo distritos oficialistas: San Miguel para relanzar el Procrear, en La Plata por el SAME y en San Isidro para visitar un centro de jubilados. La elección coincide con el recalentamiento del clima social, que fue contexto de las múltiples marchas con reclamos a la administración de Macri.
La tercera sección electoral, que reúne los municipios más populosos del GBA, sigue siendo un desafío para el macrismo. Son los distritos donde más imagen negativa concentra el Presidente y donde más sólida es la creencia de que el Gobierno beneficia a los más pobres.
En los próximos días -la semana que viene o la otra- el Presidente y Vidal volverán a coincidir en el municipio más peronista y poblado del Conurbano. Inaugurarán juntos el Metrobús de La Matanza.
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