El secretario de Comercio de la Nación, Matías Tombolini, propuso que el subsidio a la bolsa de harina para elaborar pan sea pagado directamente a las panaderías, modificando el actual esquema por el cual la compensación era para los molinos, que luego tenían que distribuir la materia prima a los precios acordados.
Tombolini afirmó que “no existe la intención de eliminar el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA)”, pero reconoció que el sistema no dio los resultados esperados y por lo tanto comenzó una ronda de conversaciones con el sector para alcanzar un acuerdo.
La intención es que el pago del subsidio deje de girarse a los molinos, que luego tenían que vencer la harina al precio acordado, sino que lo reciban directamente las panaderías, a las que luego se les abonaría la compensación contra la presentación de la factura correspondiente.
A través de su cuenta de twiter, el funcionario justificó la medida en que “a la luz de los resultados este mecanismo funcionó parcialmente” y subrayó que “existen casos de molinos que cobran por la harina que se venden a sí mismos para fabricar galletitas. Esto no está necesariamente mal, pero no se observan resultados en precios al consumidor”.
Para evitar este doble juego de los molinos es que desde Comercio quieren que el dinero llegue directamente a las cuentas de los panaderos.
“Buscamos optimizar la operatoria del FETA, por eso propusimos, como alternativa, cambiar el mecanismo compensando la demanda y orientando el subsidio solo a la harina para producir pan, sin dejar de dar curso a nuevas incorporaciones de molinos y agilizando los desembolsos”, añadió Tombolini.
En esa línea anunció que seguirán las conversaciones pero alertó que “necesitamos trabajar con herramientas que funcionen y que hasta aquí presentan deficiencias que urge corregir”.
El FETA fue creado bajo la administración de Roberto Feletti y entró en vigencia en marzo de este año con el objetivo de desacoplar el precio interno del trigo del precio externo, que comenzó a subir tras el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Los fondos del FETA provienen de las retenciones extraordinarias al aceite de soja y hoy son distribuidos entre los molinos que participan de él. De esta manera se subsidia la bolsa de 25 kilos de harina que compran industrias, distribuidores, panaderías y afines.