“Las manifestaciones públicas racistas y xenófobas de esta persona, cuya identidad no fue revelada por el medio, fueron vertidas contra diversos sectores de la sociedad, todos calificados con términos peyorativos y cargados de prejuicios, que son descalificados por su nacionalidad, condición sexual, religión o el color de su piel”, indicó el funcionario.
Asimismo, consideró que “la situación se agrava también por haber ocurrido en la ciudad de Oberá, la segunda en cantidad de habitantes después de la capital provincial y por ser la urbe más cosmopolita de la provincia y sede cada año de la Fiesta Nacional del Inmigrante”.
El citado artículo al referente neonazi obereño fue publicado por el portal Crónicas del Monte, bajo el título ‘Testimonio del incipiente movimiento nazi en Oberá’.
Según expresó Seniuk, el militante que “habla anónimamente, amenaza con actuar violentamente contra distintos grupos vulnerables de la comunidad, que entiende que ‘hay que limpiar’, al tiempo que reivindica la figura de Adolfo Hitler”.
“Este tipo de manifestaciones encienden la alarma social e institucional y nos pone en la obligación de tomar postura repudiando totalmente y condenando ese tipo de afirmaciones y también la publicación irresponsable de las mismas, en forma anónima”, agregó.
Tras la publicación de la citada entrevista, varios medios locales se hicieron eco de ella y se generó un intenso debate en las redes sociales, donde la gran mayoría repudió los dichos del referente nazi.
Quiénes son
Según averiguó El Territorio, el grupo está integrado por unos quince jóvenes de entre 17 y 28 años, quienes se reúnen una vez por mes.
Estos skinheads -o cabezas rapadas- se reconocen admiradores de la vida y obra de Adolf Hitler, niegan el genocidio judío durante la Segunda Guerra Mundial, exaltan el nacionalsocialismo, odian a los extranjeros y a los homosexuales, entre una larga lista, y a nivel local dicen combatir la prostitución y a los travestis.
Tras mantener la reserva de su identidad, el entrevistado mencionó que la primera instancia de su lucha “para limpiar la sociedad” pasa por la palabra, aunque el recurso de la violencia está siempre latente y por ello trabajan sus cuerpos para la pelea.
Casi como una regla, los skinheads practican artes marciales o boxeo y son cultores del gimnasio.
“Para nosotros crecer es una meta. Crecer mental y físicamente para estar saludable y también para enfrentar a nuestros enemigos. Porque sabemos que en un momento vamos a tener que usar la violencia, porque si no atacamos, nuestros enemigos van a crecer y no podemos permitir eso”, subrayó.
De todas formas, aseguró que primero buscan combatir dialécticamente a sus enemigos.