El Ingenio Azucarero de San Javier está pronto a resignificarse como un museo histórico de la región. Así lo aseguró Roque Gervasoni, el titular del Instituto de Macroeconomía Circular, quien reveló los detalles del proyecto.
“Son grandes ideas, estamos tratando de ponerlas en marcha. Es lo que venimos hablando hace un tiempito, que es la posibilidad de convertir esto en un museo, lo que alguna vez fue parte de la historia de San Javier y de la provincia”, estimó Gervasoni. A su modo de ver, se trata del “corazón de la producción de azúcar”.
Sobre la apertura al público, indicó que comenzará una vez que se comience a trabajar la parte administrativa y el respaldo legal, a través de la Cámara de Diputados. “Va a haber mucha actividad por dentro, visitas guiadas a escuelas, universidades, a la gente que visita”, explicó.
Por otro lado, no descartan destinar un espacio para la continuidad de la producción. “Vamos a seguir trabajando con la plantinera, esperanzados en poder hacer acá una pequeña fábrica de alimentos balanceados”, anticipó. En detalle, comentó que se trata de animales de corral, cerdos y pescados.

En ese sentido, indicó que uno de sus grandes sueños es lograr un paso más para la piscicultura “en uno de estos tinglados”. Además, apuesta a seguir incluyendo innovación y soluciones de este tipo a la economía local, aprovechando al máximo las áreas linderas del predio. Así, prevé un futuro de sinergias entre la producción y el ámbito cultural de la localidad de San Javier.
Las dificultades del funcionamiento del Ingenio Azucarero de San Javier
A comienzos del 2024, el IMAC anunció que no se pondría en funcionamiento el Ingenio Azucarero de San Javier que está pronto a convertirse en un museo. En ese momento, Gervasoni argumentó: “decidimos no poner en marcha el ingenio en 2024 debido a la insuficiencia de materia prima y la obsolescencia de la maquinaria, lo que resultaría en una pérdida mínima de 1.200 millones de pesos”.
La última zafra cañera en Misiones data de 2021, ese año el ingenio de San Javier procesó unas 30 mil toneladas de caña y perdió -a valores de hoy- alrededor de 1.200 millones de pesos. Pero el principal problema es el ingenio, que ya tenía sus años cuando comenzó a funcionar a inicios de la década del 60 y ahora está totalmente fuera de escala, es ineficiente y requiere inversiones millonarias para reacondicionarlo.