Tal fue el caso del jefe de Migraciones de Encarnación, Blas Arzamendia, quien indicó ayer que “cualquier tipo de restricción en el tránsito migratorio afectaría el relacionamiento entre los pueblos. Esto afectaría más que nada el trato cordial, habría que ver el tenor y la modalidad de los controles”.
La semana pasada trascendió que los ministerios de Seguridad -a cargo de Patricia Bullrich- y de Interior -con Rogelio Frigerio- se encuentran elaborando un decreto sobre la reglamentación de la Ley de Migraciones con la idea de ajustar los métodos de control.
En este contexto, la Embajada de Paraguay en Argentina expresó preocupación por las medidas a implementarse en la Argentina. Lo hizo el diplomático paraguayo Federico González, quien transmitió a la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la República Argentina, “su inquietud y preocupación” respecto de lo que dicen no será una reforma de la ley de Migraciones, sino un cambio que apunta a agilizar los procesos para aplicar el artículo 29, que enumera las “causas impedientes del ingreso y permanencia de los extranjeros” en el país.
Contra la trata y el narcotráfico
Las autoridades de la Dirección Nacional de Migraciones expresaron que los cambios “no abrigan el propósito de ningún tipo de persecución a los migrantes, sino únicamente mejorar los controles y acciones para un combate más eficaz contra los flagelos del narcotráfico y la trata de personas”.
Según explicaron desde la sede Posadas de Migraciones “se pretende modificar el decreto 616/10 y se trabajará con el entrecruzamiento de datos”.
“La tecnología la venimos renovando, con el intercambio se reforzarán los controles para combatir la trata de personas y el narcotráfico en las fronteras”, aseveró el titular de Migraciones de Posadas, Juan Manuel Holz.
En este sentido, su par paraguayo, Blas Arzamendia, sostuvo que están “a favor de todo tipo de acción o medida para prevenir estos delitos. Hay tratados internacionales que establecen la lucha contra estos tipos de flagelos como lo son la trata de personas y el narcotráfico, en estos aspectos estamos de acuerdo en la necesidad de reforzar controles”. Pero teme de lo que pueda surgir con respecto a los paraguayos de la mano de los controles migratorios más estrictos.
Asimismo, destacó la importancia de las gestiones que se vienen llevando adelante entre las autoridades de ambos países para agilizar el tránsito en el puente internacional San Roque González de Santa Cruz. “Ambos países tenemos muy buena predisposición en agilizar el paso, Posadas y Encarnación están conectadas tanto comercialmente como por su pueblo”, sentenció.
En tanto, el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la República Argentina, Claudio Avruj, intentó transmitir tranquilidad a las autoridades paraguayas, asegurando a través de un comunicado “que no existe animadversión alguna de parte de las autoridades nacionales argentinas hacia los colectivos migrantes”.
Esperan por más casillas en el puente para diciembre
El delegado de la Dirección Nacional de Migraciones de la ciudad de Posadas, Juan Manuel Holz, indicó que para los primeros días de diciembre se prevé duplicar la cantidad de casillas en el puente internacional San Roque González de Santa Cruz.
“Hay cuatro casillas para el ingreso hace 25 años, y queremos traer cuatro más. En lo que respecta a egresos tenemos siete para vehículos y cinco para micros”, detalló Holz a El Territorio.
Por otra parte, precisó que la idea es traer dos casillas más que actualmente se encuentran del lado paraguayo. “Son dos casillas con cuatro ventanillas para vehículos y una oficina móvil para los micros que cuenten con cinco ventanillas”, agregó.
Cabe recordar que las casillas que se encuentran en la Aduana paraguaya se habían construido hace dos años con el fin de agilizar el paso fronterizo y que los automovilistas no tengan que esperar tanto tiempo para volver al país, pero nunca fueron inauguradas y hoy se encuentran en estado de abandono. Su construcción dependió exclusivamente de Argentina.
Además, se prevé a largo plazo realizar construcciones que permitan que el paso se agilice. “Sin nuevas obras no se puede solucionar esta problemática”.
“Se trata de una decisión política porque será una obra que necesitará de una gran inversión económica, pero la idea es construir 20 casillas de egreso y 20 de ingreso”, dijo Holz.