La víctima será sometida hoy a una intervención quirúrgica para la extracción del proyectil, que sería de un arma de aire comprimido.
En un insólito hecho ocurrido en la madrugada de ayer en pleno barrio Bañado Norte, de la Capital correntina, el vocalista de una banda de cumbia local recibió un disparo en la frente en plena actuación, que por fortuna habría sido disparado con un rifle de aire comprimido que por tratarse de un bajo calibre no atravesó la estructura craneal.
Se trata de Esteban de Jesús Vallejos (33 años) cantante del grupo de cumbia Yeison y El After, quien relató a El Litoral la desesperante situación que le tocó vivir.
“Teníamos que tocar en una fiesta de 15 -años -que se realizaba en plena calle. Era todo legal, se tenían los permisos y la Policía pasaba a cada rato para dar seguridad al evento”, relató desde una sala de espera del Hospital Escuela, donde recibió asistencia médica adecuada.
El hecho ocurrió en un show que se desarrollaba en calle Estados Unidos y Fray José de la Quintana, donde los participantes filmaban la actuación en vivo.
“Cuando nosotros llegamos estaba tocando otro grupo de cumbia, quienes también sintieron que algo raro pasaba como que les estaban tirando. Sintieron que le pegaron en el instrumento, el que tocaba el bajo notó algo, pero creyó que rozó con algo”, relató el propio Vallejos.
Describió que “era una fiesta familiar, en la que había muchos chicos. Se hizo en la calle y por ese motivo muchos vecinos también se iban sumando.
Tocamos dos temas y en el segundo sentí un golpe en la frente creí que era un bicho que me chocó porque en ese momento no sentí dolor. De hecho intenté seguir cantando cuando sentí el golpe y ahí me doy cuenta que empezó a chorrearme sangre por la cara, salía de la nariz, de la cabeza”.
Por centímetros no impactó en uno de los ojos, lo cual hubiera significado daños de mayor gravedad.
En el video que hizo viral puede advertirse que el cantante en plena actuación dio un paso para atrás y se agachó tomándose el rostro.
“La gente se enloqueció y no sabía qué hacer. Cuando me secaron un poco la sangre se dieron cuenta que era un impacto de bala. No sé si era una pistola o un rifle de aire comprimido”, opinó.
Según cree “era un vecino que al parecer no le gustaba lo que estaba pasando. Me dijeron que hubo también una nena que le recibió un disparo en el brazo, pero fue un resfilón, un rasguño nomás”.
En tal sentido describió que “de una la gente del barrio sabía quién era, me dijeron que tiene un cargo importante y que es nuevo en el barrio. No es de ninguna fuerza”, aclaró.
“Me dijeron que desde que llegó al barrio empezó a tener problemas con los vecinos”, sostuvo.
“Primero fui al Hospital Llano, luego me derivaron acá al Hospital Escuela porque me dijeron que era algo grave”, plantó en contacto con El Litoral.
“Ahora estoy en sala y mañana -por hoy- me tienen que hacer una cirugía en la cabeza. Me dijeron que me van a desprender prácticamente la frente para extraer el proyectil que me tiraron, que quedó incrustado en el cráneo”, explicó.
Por razones de jurisdicción la competencia policial se halla en manos de los efectivos de la Comisaría Sexta Urbana, quienes deberán responder a las disposiciones de la Unidad Fiscal de Investigaciones.
Estarían focalizados en identificar al autor del hecho y al secuestro del tipo de arma utilizada.
El Litoral