El Ministerio de Agroindustria se mostró en sintonía en la muestra

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Parecen lejanas en el tiempo aquellas ediciones de Expoagro en las que la única presencia estatal era una calicata del INTA, pero no lo son. La relación del sector con el Gobierno está saliendo del pozo y el lugar central que la cartera de Buryaille tiene en la muestra es reflejo de eso.

El Ministerio de Agroindustria tuvo una presencia destacada en Expoagro 2017 y aprovechó para comunicar los ejes de su gestión desde un doble stand que incluyó a los organismos descentralizados: el INTA, el SENASA, el INASE y el INIDEP.

La agenda del Ministerio estuvo marcada por la presencia de los funcionarios. La primera, por supuesto, fue la del Ministro Ricardo Buryaille. “Esta revolución tecnológica que estamos teniendo es la agregación de valor”, señaló Buryaile, quien además puntualizó el crecimiento que tuvo la feria agroindustrial en relación al año pasado, al remarcar que “el volumen de empresas y servicios que hay hoy, y la importante presencia del Estado con sus organismos, muestra claramente cuál fue la reacción que tuvo el sector agropecuario y el interior de país luego de las medidas adoptadas por el presidente Mauricio Macri”.

Otra presencia importante fue la de los viceministros de Agricultura de Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile, Bolivia, Colombia, Perú y Ecuador que integrarán la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en diciembre, quienes visitaron el stand del organismo acompañados por el secretario Negri y el director Nacional de Relaciones Agroalimentarias Internacionales, Omar Odarda.

Todos ellos pudieron ver los prototipos de plantas de biodiésel y etanol y los biodigestores que mostraban el paso a paso de la elaboración de energía a partir de biomasa, con los que el INTA ilustró cómo avanza en el país la generación de bionergía y energías renovables, además de destacar las novedades en agricultura de precisión y enseñar al público los beneficios de las huertas agroecológicas.

“Entendemos que la bioenergía y las energías renovables son dos caminos en los que debemos trabajar fuertemente para profundizar la producción de alimentos”, señaló Amadeo Nicora, presidente del INTA. En esa línea, aseguró que “si bien la mayoría de los países que generan alimentos apuntan a industrializar al máximo, la diferencia entre quién puede vender y quién no puede hacerlo está dada por la calidad de los procesos y de los productos ofrecidos al mercado”. Por esta razón, sostuvo que “no es cuestión de agregar valor porque sí, sino que hay que hacerlo con la máxima calidad e inocuidad posibles”.

Entre los desarrollos tecnológicos mostrados por el INTA en Expoagro también se destacaron las aplicaciones para dispositivos móviles Criollo y Sepa. La primera permite calibrar pulverizadoras, calcular los parámetros de una aplicación y chequear su funcionamiento, mientras que la segunda visualiza datos sobre el clima, la topografía, los suelos y el estado de la vegetación. Según Juan Pablo D’Amico, creador de Criollo, desde que la aplicación se puso a disponibilidad del público, el 11 de noviembre pasado, ya se realizaron más de 3.000 descargas.

En el área del Senasa, mientras tanto, el público pudo enterarse de la importancia de los procedimientos sanitarios como el nuevo Documento de Tránsito Vegetal (DTV), que tiene como objetivo aumentar la seguridad de los alimentos argentinos y evitar enormes problemas como el HLB, una enfermedad que está poniendo contra las cuerdas a la producción citrícola local. También se hizo enfasis en la difusión de las buenas prácticas de manufactura en la elaboración de alimentos para animales. De esta manera, el público de Expoagro se empapó de Agroindustria.

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