Este sábado 26 de agosto se celebran los 28 años de las Ferias Francas de Misiones, oportunidad que encuentra a los feriantes en constante crecimiento gracias al respaldo que brindan los espacios utilizados para la comercialización de los productos frescos de la chacra, con gran llegada a las familias consumidoras que adquieren un hábito de consumo favorecido por los precios accesibles.
A eso se suma el auge del turismo, que según expresan desde diferentes sectores, como la hotelería y gastronomía, convierte a Misiones en una plaza con niveles de temporada alta todo el año. El movimiento de visitantes por toda la provincia, atraídos por la riqueza de las producciones artesanales misioneras, genera mayores ventas para los feriantes.
En diálogo con Canal 12, la productora de Capioví, Agata Stoffel, contó que “hace ocho años que trabajo con la venta de productos artesanales y hace cuatro años formo parte de la Feria Franca de la provincia”.
Cada vez que tiene la oportunidad, viaja hasta Posadas para participar en los diferentes encuentros, como la feria de los jueves en plaza San Martín. En su mesa brillan con colorido esplendor una gran variedad de mermeladas en frascos de vidrio, a lo que se agregan los pickles, miel, berenjena, pepinos, salsa mora, choclos y huevos de codorniz, entre otras cosas.
“Son todos precios muy económicos, igual que en Capioví”, aclaró y agregó que para el proceso de producción se suman a colaborar su hija y marido.

Con la fuerza del emprendimiento familiar, forman parte de diversas actividades y encuentros para incrementar la llegada de las mercaderías a los clientes.
Stoffel resaltó a las ferias francas como centro de comercialización en la que suele quedarse sin productos al terminar la jornada. “Hay muchas actividades y eventos especiales también. Ahora para octubre está la fiesta de las madres, a fin de año se hace la fiesta de Navidad, están las vacaciones de enero y julio con mucho movimiento, y los fines de semana que estamos con muchas ventas en las ferias”, describió.
Además, “vendemos mucho en nuestra casa. Tenemos muchos clientes que llegan hasta Capioví, por ejemplo, desde Posadas o Iguazú y nos compran varios frascos cada vez que nos visitan”.
En la misma línea, planteó que “se observa mucho movimiento de turistas en nuestra zona. Llegan, quedan encantados con la producción y compran mucho. En general lo ven como algo nuevo y que no saben hacer en sus casas, entonces se llevan todo lo que pueden comprar cuando pasan y ven nuestra mesa”.
Por su parte, la productora Nancy Ber de Campo Ramón, manifestó que forma parte de la feria franca de Oberá hace más de 20 años y llega hasta la capital misionera con los productos de su chacra en determinadas fechas. “Hacemos una variedad de productos como mermeladas, pickles, algunas verduras, también trajimos pollo casero, mandioca pelada y panificados que pueden ser pan dulce, salado, alfajores, o masitas”, contó al describir lo que ofrece en su puesto dentro de la plaza San Martín de Posadas a la cual concurre desde el año pasado.
“En general, se vende todo lo que traemos a Posadas. Los días viernes estamos en la feria de Campo Ramón, los sábados en Oberá, y también se vende muy bien”, afirmó sobre los niveles de venta en un público que espera con ansías a los feriantes y recorre los diferentes centros de comercialización para aprovechar los precios económicos y adquirir productos frescos sin intermediarios.
Destacó que el creciente turismo impulsa aún más las ventas. “Por Campo Ramón pasan muchos turistas, que compran nuestros productos constantemente. Hay muchos lugares turísticos en Campo Ramón, con saltos y cascadas, es un lugar muy lindo para visitar como en el resto de la provincia”, analizó.
Historia
La Ley VI – Nº 164 instituyó el Día Provincial de las Ferias Francas, el 26 de agosto de cada año, en conmemoración a la primera feria franca realizada en la ciudad de Oberá en el año 1995, con el objetivo de fomentar “el interés de las nuevas generaciones y los consumidores en la economía social, productiva y solidaria mediante actividades de exposiciones, charlas y debates”.
Las Ferias Francas de Misiones nacieron a partir de una iniciativa del Movimiento Agrario Misionero (MAM) en un período de crisis del agro en la Provincia, lo que llevó a la organización de nuevas estrategias y alternativas para el productor misionero.
La primera feria se asentó en la ciudad de Oberá, con siete productores integrantes del Movimiento Agrario Misionero (MAM) vinculados al programa Cambio Rural del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Programa Social Agropecuario y el acompañamiento de la Iglesia Católica entre otras organizaciones sociales.
El impulso para la creación de la primera feria fue un viaje a la localidad brasileña de Santa Rosa en el Estado de Río Grande do Sul, en donde los productores y dirigentes del MAM apreciaron en forma directa la modalidad de trabajo de la Feria Franca. A su regreso, y gracias a un importante apoyo de la Municipalidad de Oberá para llevar a cabo la iniciativa comenzó a funcionar la primera feria, experiencia que luego se fue replicando por todo el interior de la provincia de Misiones.









