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Las intensas lluvias que se registraron sobre gran parte de la provincia de Buenos Aires, el norte de La Pampa y el sur de Santa Fe y Córdoba provocaron inundaciones y “encharcamientos” en más de 1 millón de hectáreas de soja, 165.000 hectáreas de maíz y 15.000 hectáreas de sorgo, de acuerdo a un informe especial de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“En paralelo, las labores de cosecha se detuvieron producto de los importantes anegamientos en caminos y accesos, donde la evolución del clima durante las próximas semanas será crítica para retomar la recolección de lotes aptos y determinar la magnitud de las pérdidas”, advierten los técnicos de la Bolsa porteña.
Hasta el momento, el área sojera que no se va a poder cosechar asciende a 800.000 hectáreas a nivel nacional, al que habrá que sumar la superficie que se termine perdiendo por estas inundaciones.
Las lluvias inundaron miles de hectáreas en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo en General Villegas.
La estimación de la superficie “no cosechable” incluye las pérdidas por granizo, en diferentes regiones, el impacto de la sequía en el sudeste de Buenos Aires durante el verano y los excesos hídricos acumulados previamente a las últimas precipitaciones, las cuales promediaron entre los 100 y 200 milímetros en los sectores más afectados.
“La mayor proporción de estas últimas pérdidas se concentraron sobre el centro, norte y oeste de Buenos Aires, y noreste de La Pampa, regiones que ya se encontraban comprometidas al registrar abundantes precipitaciones durante marzo y al estar el nivel de la napa muy cerca de la superficie, lo que agravó los anegamientos”, indica el informe.
Además, en el oeste de Buenos Aires y en algunas zonas de La Pampa se registraron excesos hídricos desde principios del verano pasado, los cuales limitaron la implantación de soja en relieves bajos.
A pesar de esta difícil situación, los técnicos de la Bolsa porteña destacan que los rendimientos recolectados sobre los sectores que no se encuentran afectados por la situación climática actual, continúan ubicándose por encima de las expectativas al inicio de la campaña, compensando hasta el momento las pérdidas de área en ambientes con excesos hídricos.
“Es por esta razón que, a pesar de encontrarse parte del área agrícola anegada, se mantiene la proyección de producción de 56.500.000 de toneladas de soja y 37.000.000 de toneladas de maíz. En función de la tasa de recuperación de la superficie afectada, no se descarta la posibilidad de registrar modificaciones sobre ambas proyecciones”, concluye el informe.
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