Especialistas recomiendan realizar controles oftalmológicos todos los años para prevenir. En Argentina afecta a un millón de personas.
El glaucoma es una enfermedad ocular que deteriora paulatina e irreversiblemente la visión, y el 40% de las personas no sabe lo que es y nunca se tomó la presión ocular, por lo que los especialistas recomiendan realizar controles oftalmológicos todos los años para prevenir.
En el marco del Día Mundial del Glaucoma, que se conmemora mañana domingo, se dieron a conocer datos sobre la patología que es la segunda causa de ceguera en América del Sur, la principal causa de ceguera irreversible en el mundo, y la primera causa de ceguera prevenible.
En Argentina, lo padecen más de 1 millón de personas y lo tienen más del 3% de los mayores de 40 y el 7% de los mayores de 75 años.
“Lo peligroso es que la persona no se da cuenta en los comienzos de la enfermedad. Por esta razón, se lo suele llamar ‘el ladrón silencioso de la visión’”, explica la doctora Anahí Lupinacci, coordinadora de la Sección Glaucoma del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral y dice que “para detectar a tiempo esta enfermedad prevenible, es importante realizar un control anual con un oftalmólogo, o más frecuentemente si hay algún factor de riesgo”.
“Se estima que la mitad de las personas con glaucoma no sabe que están afectadas. Sin embargo, con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes conserva su visión. De esta manera, se puede prevenir que un paciente llegue a ser discapacitado visual”, agrega.
El glaucoma puede afectar a cualquiera, pero los mayores de 40 años, los familiares directos de pacientes con glaucoma, las personas que sufrieron traumatismos en los ojos y los pacientes que usan o usaron corticoides tienen más riesgo.
“La mejor estrategia para combatir la enfermedad es ir al oftalmólogo una vez al año, para que sea él quien, con varios estudios, arribe al diagnóstico antes de que sea tarde. El examen es rápido e indoloro. Se observa el fondo de ojos y se toma la presión ocular. En caso de detectar posibles signos de glaucoma, por ejemplo presión ocular alta o algún daño en el fondo de ojo, otros estudios ayudan a arribar al diagnóstico, permiten el seguimiento de la enfermedad, y evalúan la necesidad de iniciar un
tratamiento”, continúa la especialista.
La influencia del ejercicio deportivo
El ejercicio tiene efectos tanto a corto como a largo plazo sobre la presión ocular y sobre el flujo sanguíneo ocular, y puede, por lo tanto, influir en la progresión del glaucoma.
“Ejercicios isométricos o dinámicos, como caminar y nadar, producen una disminución de la presión ocular transitoria en el momento y el período posterior al ejercicio, respectivamente. El efecto de disminución de presión ocular parece ser aditivo al efecto de los medicamentos para el glaucoma. No obstante, las reducciones de la presión inducidas por el ejercicio son todas de corta duración y su relevancia en el tratamiento de largo plazo del glaucoma crónico es incierta”, señala Lupinacci.
Y advierte: “Por el contrario, ciertos ejercicios como el levantamiento de pesas y los de máximo esfuerzo pueden paradójicamente aumentar la presión ocular, y dicho aumento puede ser aún más significativo cuando los sujetos contienen la respiración”. Aunque concluye que, “teniendo en cuenta los efectos benéficos del ejercicio en la salud y el bienestar en general, los pacientes glaucomatosos son alentados a realizar ejercicios aeróbicos regularmente”.
En caso necesario, una cirugía puede ayudar a mantener la presión ocular, para que no se siga dañando el nervio óptico y termine ocasionando pérdida de visión irreversible.
El próximo viernes 21 de abril se realizará la campaña nacional de detección de glaucoma abierta a la comunidad, el Hospital Universitario Austral será sede, como lo es desde hace décadas, de esta campaña para la detección precoz de la enfermedad. Esta campaña se lleva a cabo en todo el país coordinada por el Consejo Argentino de Oftalmología.