Adepa abrió el debate sobre las "noticias falsas" en Argentina

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La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) llevó adelante este miércoles una mesa de discusión sobre el impacto de las noticias falsas (las llamadas “fake news”), un problema que afecta al periodismo de todo el mundo, que ha generado especial preocupación en Estados Unidos desde la campaña que llevó a Donald Trump a la presidencia, pero que también es un desafío para la prensa en Argentina.

Martín Etchevers, de Grupo Clarín, moderó un panel con referentes de los medios, la academia e internet, e introdujo la temática. “Se trata de un fenómeno no tan nuevo pero con nuevas formas y nuevas dinámicas”, señaló, y dejó dos preguntas disparadoras: ¿Es un fenómeno derivado de un modelo de negocio? ¿Las noticias falsas son una herramienta de propaganda política?

En cualquier caso, Etchevers advirtió que “un escenario de incredulidad o poca credibilidad nos termina golpeando a los medios”.

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Durante el encuentro se mencionaron los casos de los exitosos sitios de noticias falsas sobre Estados Unidos producidos desde Macedonia y Rumania, se habló de las fake news generadas en las redes sociales y en empresas profesionales (estatales y privadas), y de la responsabilidad de los gigantes de la distribución mundial de noticias, Google y Facebook, sobre este asunto.

Revalorar el rol del periodismo

Fernando Ruiz, de la Universidad Austral, expresó que el debate “nos ayuda a reencontrarnos con nuestra misión como periodistas”, la verificación y comprensión de la información, y que además en este contexto la sociedad puede empezar a “revalorar el rol del periodismo”.

Fernando Ruiz, de la Universidad Austral. (Maxi Failla/Clarín)

Según Ruiz, un experto en la relación entre periodismo y democracia, la “epidemia de las fake news” tiene tres causas: la revolución en el sistema de medios (con fenómenos digitales que rearticulan el sistema de la verdad), el crecimiento en el mundo de los movimientos populistas y autoritarios (que “tienen una relación de amor libre con la mentira”) y la tendencia de las audiencias a buscar informaciones que sostengan sus creencias previas.

Sin embargo, advirtió que también el mismo periodismo es en parte responsable de la propagación de las noticias falsas cuando reproduce lo que dicen otros “sin gestionar la calidad del discurso público”, cuando se dedica a “simplificar y polarizar con informaciones que confirman sesgos” y cuando no trabaja sobre los errores cotidianos que se dan en los medios. Éste, según dijo, es un punto clave para los medios argentinos, donde no percibe una “cultura de la autocrítica” como la que existe en Estados Unidos.

“No se pierde autoridad por una relación transparente con los errores”, dijo Ruiz. “En la búsqueda de nuevas monetizaciones tenemos que cuidar nuestra palabra”, añadió.

Los clicks no son el futuro

El director de contenidos digitales de Editorial Perfil, Agustino Fontevecchia, diagnosticó el problema con una mirada desde la lógica y modelo de negocios de Internet. “Las redes sociales explotaron la posibilidad de difundir noticias a más audiencias desde medios más chicos”, señaló. “Los medios, buscando ser parte de este sistema, han bajado la calidad de sus contenidos”, recalcó.

Agustino Fontevecchia, de Editorial Perfil. (Maxi Failla / Clarín)

El modelo de negocios de Internet, que para Fontevecchia consiste en la oferta de muchos contenidos distintos para llegar a muchos nichos de audiencia específicos, es un modelo que “incentiva la generación de fake news de alto impacto, que generan muchas audiencias y dinero”.

Las soluciones llegan con la búsqueda de la calidad en el periodismo y Fontevecchia señaló tres caminos para recuperarla. Por un lado, resaltó la necesidad de rutinas de chequeo de datos, atentas a las subjetividades naturales y a la libertad de expresión. Además, propuso que los buscadores y redes sociales empiecen a pagar por los contenidos de los medios, y llamó a trabajar para salir de la lógica de buscar sólo volumen de audiencias en la producción de noticias. “Los clicks no son el futuro para los intereses de los medios y hay que apostar al tiempo de permanencia, y llevar allí al mercado publicitario”, dijo.

La importancia de la verificación

Gastón Roitberg, prosecretario de redacción multimedia de La Nación, se expresó en la misma línea. “Tal vez llegó la hora de que entre los medios construyamos herramientas que registren indicadores de la calidad de los contenidos”, dijo.

Gastón Roitberg, de La Nación. (Maxi Failla/Clarín)

“La eficacia en el chequeo es lo que distingue a un medio periodístico”, sostuvo Roitberg, y advirtió que “muchos medios digitales eliminaron las etapas de verificación”.

También estuvo de acuerdo con que el fenómeno de las noticias falsas “hiere la credibilidad de los medios”. Rescató como bueno que plataformas como Google y Facebook empiecen a ofrecer herramientas de autenticidad, pero remarcó: “El principal antídoto tiene que venir de adentro de los medios, para no caer en este tipo de errores que deterioran a las marcas”.

El rol de Google

También Google participó del panel. Matías Attwell, que conduce las relaciones del gigante de las búsquedas con medios de América Latina, expresó que “el contenido de calidad es crítico” para su empresa.

Matías Attwell, de Google. (Maxi Failla/Clarín)

En su intervención, trató de responder a las muchas dudas y sospechas que tiene la industria sobre el rol de Google en la propagación de noticias falsas. “En muchos sentidos, Google y los medios tenemos objetivos comunes”, expresó.

Además, Attwell destacó los proyectos de Google para destacar las noticias producidas y verificadas por organizaciones periodísticas profesionales. “Trabajamos con los medios para que sus contenidos sean más visible”, sostuvo.

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