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El bebedor de vino lo sabe o lo aprende a medida que entrena su paladar. Esa botella que compró para guardar y tomar en una ocasión especial futura no puede almacenarse en cualquier mueble y ambiente de la casa, expuesta a alteraciones de temperatura del ambiente que puedan afectar la calidad del contenido. Y si en lugar de una botella son dos, o tres, o diez… llegó la hora de invertir en una cava climatizada. Un objeto que hace veinte años parecía un lujo reservado al uso profesional o particulares con alto poder adquisitivo y que ahora está disponible para el gran público en vinotecas y casas de venta de electrodomésticos.
Cava marca Vondom, para 12 botellas. Monotemperatura, termoeléctrica, importada de China. $ 3900.
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“Hay determinados vinos que merecen un cuidado especial y las cavas garantizan no sólo la temperatura sino también la humedad y protección de radiaciones UV exactas para su guarda”, sostiene Haig Gorgodian, director de Wine World, empresa que fabrica el producto en el país desde 2001 y es proveedora de reconocidos restaurantes y bodegas. Gorgodian señala que el crecimiento de la oferta, la calidad y la difusión de información sobre el vino en los últimos años hizo que el consumidor “amateur gourmet” empiece a tomar conciencia de la necesidad de una correcta conservación de su bodega personal.
40 botellas, de Wine World. Dos años de garantía directa de fábrica en Argentina. $ 32.500.
Andrea Muñoz, Jefa de Branding de vinotecas Winery, coincide en que la demanda de este producto para uso particular creció “exponencialmente” y que el comprador tiene cada vez mayor conocimiento de los modelos que busca, aunque los más vendidos siguen siendo los de menor capacidad (6 a 18 botellas).
Si bien el nivel de consumo hogareño no suele requerir de la sofisticación tecnológica que puede necesitar la industria gastronómica, es importante distinguir qué producto del mercado se adecua mejor a cada necesidad. Para Carolina Garicotche, sommelier del Grupo Peñaflor, “la elección depende de diferentes aspectos, como el espacio que se le destine en la casa, la cantidad de botellas que se quiera guardar y el monto que quiera invertir” y destaca: “Es importante resaltar que son productos para vinos específicos que hay que cuidar, como los que tuvieron crianza en barrica, no para los que se consumen a diario o con frecuencia entre semanas, que no requieren el mismo trato”.
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Para expertos o exigentes: cava climatizada Château Grand Premium de Wine World, para 168 botellas. Estantes de lapacho removibles, multitemperatura. $ 58.500.
La amplia variedad de precios (de $ 2.500 a $ 60.000 y más) está relacionada no sólo con la capacidad de almacenamiento sino también con la calidad de manufactura y características técnicas. Las más económicas, además de ser pequeñas, funcionan con sistema termoeléctrico, con un poder de enfriamiento limitado (no sirven para ambientes muy calurosos) y menos vida útil. Además, suelen ser mono y no multi temperatura, lo que significa que, si bien pueden almacenar botellas a un valor constante y correcto para su buena conservación (entre 12 y 15°) no permiten adaptar bandejas a las distintas temperaturas a las que se sirve un vino de acuerdo a su tipo (tintos, blancos, espumantes). Las cavas con compresor, por su parte, son más parecidas a las heladeras y resisten un nivel de uso más intenso y prolongado.
Cava climatizada marca Winefroz, para 143 botellas. Importada. Con tres sectores y diferentes temperaturas. $ 41.000.
Algunos especialistas consideran que tener una cava eléctrica no es imprescindible. Garicotche sostiene que basta tener las botellas en un lugar fresco, posición horizontal, al reparo de la luz y en reposo. Otros advierten que no tenerla es arriesgarse a echar a perder un gran vino. La decisión queda en manos de cada uno.
Qué tener en cuenta a la hora de comprar:
- Antes de elegir un modelo, conviene asesorarse y evaluar cuál responde a las necesidades de conservación personales.
- El valor y tipo de vinos, la cantidad de botellas, el tiempo que se los quiere guardar, ayuda a ver el costo de la inversión en perspectiva.
- Prestar atención a la procedencia del producto y la garantía. Si la cava falla y es importada, puede resultar difícil conseguir repuestos o servicio técnico.
- Hay que fijarse cuál es nivel de consumo de energía, ya que es un electrodoméstico que estará siempre encendido. Los modelos más grandes con compresor pueden consumir lo mismo que una heladera con freezer.
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