El frío llegó para quedarse y, con demora, arrancó el otoño

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El martes hubo una entrada de un frente frío en la Patagonia que se transformó en aire fresco para la zona central del país. Este cambio de clima, tras un inicio cálido de mayo, resultó -al fin y al cabo- la señal que le dio bandera verde al otoño y obligó a dejar las mangas cortas para usar más abrigo en la mayoría del territorio nacional. El agregado que trae el cambio de estación es que los mosquitos Aedes Albifasciatus ya no molestarán en la Ciudad de Buenos Aires.

“No van a persistir los valores de la semana pasada. De aquí en adelante se verán en Buenos Aires mínimas entre 3 y 7 grados y máximas entre 14 y 16°, más acordes a la época“, le explicó a Clarín el meteorólogo y difusor del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Ignacio López Amorín.

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A partir de hoy se espera que el tiempo desmejore en el Litoral, donde se pronostican lluvias abundantes para las próximas horas. Se esperan formaciones de sistema de baja presión y eso dejará lluvias y tormentas en Corrientes, Misiones, Entre Ríos, Chaco y el noroeste de Buenos Aires”, adelantó López Amorín.

Y habrá más de lo que se espera en un típico otoño hasta el sábado. Porque ya hay alerta por nevadas y fuertes vientos en la cordillera desde el norte de Neuquén hasta Catamarca. Por eso se encendió el semáforo rojo para los turistas que piensan en viajar a Chile para hacer compras, ya que el paso del Cristo Redentor ya está cerrado por la nieve y hay cerca de 250 camiones varados.

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Por estas tierras, entonces, va llegando el frío y se va escondiendo el calor. Aunque para el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, los pasados febrero y marzo fueron los meses más anómalos desde abril de 2016. Y el mes pasado fue el segundo abril más cálido de los que se tienen registro. Fue 0,51° más caliente que el promedio de abril entre 1981 y 2010 aunque 0,18° más fresco que el del año pasado. Otra muestra del avance incesante del calentamiento global.

Este frío, al menos, alejará a los mosquitos Aedes Albifasciatus que luego de una gran tormenta y fuertes vientos que llegaron a la Ciudad de Buenos Aires a fines de abril.

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“Saldrán de las casas y podrán estar algunos días más refugiados entre las plantas en los grandes parques. Estarán menos activos”, le dijo a Clarín el biólogo Nicolás Schweigmann, doctor en Ciencias Biológicas, investigador del Conicet y líder del grupo de estudio de mosquitos de la Facultad de Ciencias Naturales de la UBA.

En cambio, Schweigmann afirmó que los Aedes Aegypti (transmisores de dengue, zika y chikungunya), “estarán activos hasta fines de mayo”.

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