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Para este ciclo lectivo, tras un año complicado para los bolsillos, las librerías de barrio encontraron notorios cambios de actitud entre los padres que se acercan con las listas de útiles para sus hijos. Más comparación de precios, mucho interés por las promos y un mayor esfuerzo por “reciclar” son algunas de las tendencia.
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“La gente está muy prudente“, define Daniel Iglesias López, dueño de un local en Palermo y presidente de la Cámara Argentina de Librerías. “El consumidor compara un poco más -detalla- y se toma más tiempo para eligir. En general, además, vemos un mayor intento por recuperar y reutilizar lo que les quedó del año pasado, como cartucheras y mochilas, en lugar de reemplazarlas, como hubieran hecho en otros momentos”.
Otro comportamiento que define a las familias este año, según Iglesias, es que consultan mucho por las promociones bancarias y eligen los días de compra pensando en aprovechar los descuentos y las cuotas sin interés. “Precios Transparentes no trajo cambios para nuestro sector”, asegura el comerciante, en referencia al plan oficial que obligó a informar el costo financiero real de las compras a plazo con tarjeta de crédito.
Con distintos bancos, los comercios del rubro tienen rebajas de hasta 30% y planes de cuotas que oscilan entre 3 y 6 meses. A eso se suman las iniciativas Ahora 12 y Ahora 18, pero sólo valen para productos nacionales.
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Vanesa Castro, gerenta de Marketing de la cadena Staples, apunta que también están cambiando los momentos de la compra: “Se va notando una pequeña inclinación a adelantar las compras en diciembre, algo que nosotros impulsamos con beneficios. Hay colegios que entregan la lista de materiales en la última semana de clases, para que los padres puedan dejar solucionado el tema antes de irse de vacaciones. Sumado a esto, en los últimos años la gente empezó a evitar dejar la compra para último momento, para cubrirse de posibles aumento de precios en los meses siguientes”.
La gente, según Castro, además se está animando más a comprar online, impulsada por la ventaja de encontrar, en la tienda virtual, la lista de su colegio y de su grado, ya precargada por la empresa para evitar que tengan que buscar los productos uno por uno.
Según Iglesias, pese a los aumentos de precios -que estima en 23 a 25% promedio- hoy una “canasta básica” de productos de librería y papelería para un chico de primer grado de una escuela pública puede comprarse por sólo $ 300 con productos “de calidad”.
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Los números, de todos modos, pueden llegar a ser bastante más abultados llevando los productos de las marcas más conocidas. Según un relevamiento en librerías de la consultora Focus Market, un combo básico con opciones medias ronda actualmente los $ 750 para alumnos de nivel preescolar. Con marcas líderes, un combo de primaria se va a $ 870, y a $ 980 para los de secundario. Si se suma una mochila, calcularon, el monto a pagar termina rondando los $ 1.820, aunque con las alternativas más costosas el ticket puede terminar en $ 3.400.
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