Operativo Aprender: enviarán informes escuela por escuela con pautas para mejorar

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La espuma que provocó el anuncio de los resultados de las pruebas Aprender -con mensaje presidencial en medio de un paro docente incluido- de a poco va bajando; y ahora lo que queda es la enorme cantidad de datos sobre los aprendizajes escolares que surgen de la masiva evaluación hecha en octubre a todos los alumnos de 6° grado y 5° o 6° año del país. ¿Qué hacer con tanta información? Clarín accedió, en forma exclusiva, al modelo de los informes “personalizados” que están preparando en el Ministerio de Educación para cada una de las más de 31.000 escuelas del país. Contienen el resultado de cada colegio comparados con el promedio del municipio, la provincia y el país; así como información sobre el clima del aula y la percepción de los mismos estudiantes sobre su situación en la escuela; y finalmente recomendaciones para mejorar la enseñanza en Lengua y Matemática.

Los informes, que llegarán a las escuelas en los próximos días, están elaborados específicamente para los directores de las instituciones educativas, quienes podrán decidir cómo trabajarlos junto a su equipo docente. Cada director accederá al material, en formato pdf, a través de una plataforma digital. Sólo ellos contarán con el usuario y la contraseña, de modo de garantizar el secreto estadístico establecido por ley en la Argentina (ver La información…).

Percepción. Cómo se ubican los alumnos en relación al aprendizaje.

“El reporte muestra la información de la escuela de una manera muy sencilla, amigable y didáctica. Y se va a trabajar, además, en programas de formación docente situada, dentro de los colegios. Se trata de un apoyo especial a los directivos para el uso de esta información. Buscamos que algo que sonaba ajeno y lejano en las escuelas, se convierta en una herramienta de gestión para la mejora”, le dijo a Clarín Elena Duro, secretaria de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación, y a cargo del Operativo Aprender.

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Clarín consultó con diversos especialistas, algunos de los cuales suelen marcar ciertas diferencias con la gestión actual, y todos destacan la importancia de la elaboración y entrega de estos informes a los directores de escuela. “Lo veo muy positivo. Esto es lo más importante de una evaluación como Aprender, más aún que conocer los resultados generales. Esto es precisamente lo que necesitan las escuelas para mejorar. Y lo que veníamos pidiendo desde hace años para las escuelas primarias, donde hasta ahora no se habían hecho estudios censales”, dice Axel Rivas, co-director del programa de Educación de CIPPEC.

Gustavo Iaies, director de la Fundación CEPP, coincide. “Me parece que el informe es razonable, y la idea de dárselo a cada escuela me parece bárbara. También hay que destacar el hecho de que devuelvan los resultados en estos tiempos, apenas seis meses después de haber sido tomada la prueba.” En evaluaciones anteriores realizadas por el Ministerio de Educación, como el Operativo Nacional de Evaluación (ONE), los funcionarios demoraban hasta un año y medio en entregar los resultados, y tampoco había una acción específica para aprovechar esa información para la mejora educativa.

Resultados. El desempeño de la escuela, comparada con las demás.

Otra meta que busca el Ministerio de Educación es que la mayor cantidad de los directores, en la medida de lo posible el 100% en el país, lea y utilice el informe como herramienta pedagógica. “En el ONE apenas el 20% de la escuelas miraban los reportes, no eran utilizados”, dice Duro.

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Los informes están organizados en cinco grandes secciones: orientaciones para la lectura -que guían al director y su equipo acerca de cómo utilizar el documento-, notas sobre el contexto -en donde se reportan las opiniones de los estudiantes sobre el clima escolar y sus trayectorias académicas-, resultados de los desempeños de los estudiantes en las distintas áreas, notas sobre la relación entre el desempeño y algunas variables de contexto a nivel provincial, y las recomendaciones para la enseñanza de Lengua y Matemática.

“Es muy importante que los informes incluyan datos en relación al contexto de la escuela y sus alumnos. También que haya sugerencias organizacionales y pedagógicas, así como elementos para seguir con procesos de autoevaluación institucional”, dice Rivas y concluye: “Este el mayor avance concreto en políticas educativas que muestra la gestión actual”.

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Chile, Brasil o Colombia ya vienen trabajando con modelos similares. “Este es un elemento entre muchos otros para mejorar la calidad educativa. Con esto solo no se va a cambiar: se trata de un proceso convergente, entre buena información y formación situada en la escuela, es decir, una evaluación con uso pedagógico. Y esta es la orientación que se debe seguir”, dice Rivas.

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La información de las escuelas no puede ser pública

A diferencia de otros países, como Chile o Brasil, donde la información de las escuelas que surgen de las evaluaciones se hace pública y aparece incluso en los medios de comunicación, en la Argentina rigen condiciones de confidencialidad que obligan a mantener a resguardo esos datos. El objetivo es que no aparezcan en una suerte de competencia por un lugar en un “ranking”.

Esa garantía está establecida en el artículo 97 de la Ley de Educación, que expresa que “la política de difusión de la información sobre los resultados de las evaluaciones resguardará la identidad de los/as alumnos/as, docentes e instituciones educativas, a fin de evitar cualquier forma de estigmatización”. Para garantizarlo, cada director accederá a los datos de su escuela en Aprender a través de una plataforma digital, mediante usuario y contraseña.

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