El racismo, la xenofobia y la discriminación tienen un profundo impacto en la salud, pero en muchas ocasiones se pasan por alto y se descartan, debido a los prejuicios que aún existen en la ciencia, informaron expertos en una serie de artículos publicados ayer en la revista científica The Lancet.
Los expertos analizaron cómo afectan estos determinantes en la vida de las minorías y utilizaron como ejemplo las grandes disparidades observadas durante la pandemia de Covid-19 para ilustrar “la necesidad de un cambio significativo que ayude a combatir las desigualdades sanitarias”.
A través de una revisión de la literatura científica actual, los autores describieron las diversas formas a través de las cuales la discriminación daña la salud, incluido el impacto directo en el cuerpo a través de las respuestas al estrés, la caracterización de los entornos diarios y la limitación de las oportunidades individuales de las personas para mejorar su salud, detalló -por su parte- el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).
La discriminación afecta a los entornos en los que viven las personas y además, limita las oportunidades a través de las cuales las personas pueden mejorar su salud y bienestar, a través de la educación formal, la recreación, trabajo y atención médica.
Los autores argumentaron que son necesarias acciones amplias y profundas para transformar los sistemas existentes, caracterizados por el racismo y la xenofobia estructurales.
Y sugirieron que dicho cambio se puede lograr mediante la implementación de intervenciones de salud pública antirracistas.
Fuente: Télam