[ad_1]
A medida que se extiende la pulseada, se elevan las apuestas. María Eugenia Vidal aceptó sentarse cara a cara con los representantes gremiales que ya decidieron 13 huelgas en Provincia y esta semana concretarán otros dos en el marco del paro nacional (ver Desde hoy…). Pero puso una condición ambiciosa: “No más paros en lo que resta del año”.
La gobernadora redactó una respuesta al pedido “urgente” de una audiencia que realizaron los integrantes del Frente de Unidad Gremial (FUD), el viernes pasado. El pedido ingresado por la Mesa de Entradas de la Gobernación parecía otro disparo de la pirotecnia verbal que cruzaban dirigentes y funcionarios después de casi un mes de conflicto. Pero Vidal tomó el mensaje en forma literal y ayer se conoció el contenido de la carta dirigida a los secretarios generales de FEB, Suteba, Amet, Sadop y Uda: “Su pedido de reunión conmigo llegó a mi oficina el mismo día que anunciaron su adhesión a un paro de 48 horas”, escribió en tono de reproche. Reiteró su “compromiso con el diálogo” y recordó las 10 convocatorias a negociar realizadas en los últimos dos meses como muestra de “nuestra voluntad por superar el conflicto”.
La mandataria se comprometió a presentar una “propuesta superadora, de largo plazo” y a sentarse “todas las veces que sea necesario”, después de que el equipo de ministros y los gremios alcancen el esperado y postergado acuerdo.
Mirá también
Crisis en Santa Cruz: el Gobierno dice que la provincia recibió fondos récord este año
A cambio pidió que no haya más protestas en el año porque los chicos “perdieron muchos días de clases y sus familias necesitan que vuelvan a la escuela”. También exigió discutir “sin mezquindades ni especulaciones, sabiendo que nos llevará tiempo resolver todos los problemas” en el sistema educativo provincial.
La carta resume varios de los puntos que se plantearon en la extensa controversia que impidió el normal funcionamiento de las escuelas. Van cuatro semanas consecutivas. Todos los representantes del oficialismo consideran que se trata de una pugna política matizada por el contexto electoral de este año y con la presencia de sectores del kirchnerismo que apuntalan la protesta.
Docentes. Responden ayer la encuesta para ver si siguen los paros.
Los sindicatos no reaccionaron de inmediato. Dijeron que responderán hoy, cuando conozcan el resultado de una consulta que comenzó el lunes en “todas las escuelas” y en la que plantean varias opciones de continuidad del plan de lucha.
Hoy, el desempeño en los establecimientos educativos será irregular. Ctera y UDA convocaron a una nueva medida de alcance nacional. En Buenos Aires, Suteba –enrolado en la central nacional docente- llamó a sus afiliados a no concurrir a las escuelas. FEB, Sadop, Amet y Udocba no se sumarán a esa acción gremial. Y mañana acatarán el llamado de la CGT, que propuso un “paro nacional de actividades”.
Por el momento, la paritaria está en suspenso. La última oferta oficial incluyó un incremento salarial de 19% en tres tramos, con una cláusula de ajuste por inflación. Además, un monto fijo por cargo (de entre 500 y 3.750 pesos) “a cuenta” por la pérdida de poder adquisitivo de 2016 –que exigían los docentes- y la última variante incorporó la propuesta de reducir el ausentismo para volcar el dinero que se paga “de más” entre todos los que asisten con regularidad a las aulas. También pagará a los maestros que tuvieron presencia en todas las jornadas de marzo un suplemento de 1.000 pesos, por única vez.
Mirá también
Encuesta a docentes: las opciones para decidir cómo seguir el plan de lucha
“Queremos discutir el ausentismo pero con estadísticas serias, con todos los datos y las variantes que exige esa problemática”, dijo ayer un dirigente de Sadop (privados) a Clarín. El mismo criterio asumieron los demás sindicatos. No obstante, rechazaron la iniciativa. Y toda la situación volvió a fojas cero.
El duelo planteado sobre un sistema que contiene 4,5 millones de alumnos, 320 mil educadores y 18 mil centros educativos (de gestión privada y públicos) parece no encontrar una salida. El gobierno provincial asume que existe un desgaste entre los trabajadores y que la adhesión está en picada. Esta evaluación está vinculada con la decisión de mantener firme los descuentos por los días no trabajados.
El gobierno sostiene también la determinación de avanzar con sanciones hacia los gremios que –considera- están en falta por no aceptar una conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo. Esa materia la aborda por dos caminos: un pedido a las autoridades nacionales para que revisen la personería de las entidades en presunta infracción y una multa (que algunos calculan en 600 millones de pesos) por la convocatoria a huelgas fuera de la legalidad.
[ad_2]
Source link