Horrendo crimen en Cerro Corá: El asesino “le quitó el corazón, lo cortó en pedazos y se lo comió”

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Vecinos aún no salen de la conmoción generada por el brutal crimen que terminó con la vida de Lorenzo Da Rosa. Según relataron, el homicida y la víctima eran fieles compañeros de changas y tragos. Ambos vivieron casi toda su vida en el Paraje Las Quemadas esta localidad.

Actualmente, Teresa del Carmen Venecio (42), mantenía una relación de pareja con Lorenzo Da Rosa pero anteriormente estuvo en concubinato con José Andrés Quednau.

Los lugareños aseguran que el crimen se cometió por despecho, mientras intentan comprender la hazaña con la cual actuó el criminal, a quienes conocían como una persona tranquila, según consigna el portal Misiones Online.

“Quednau le quitó el corazón, lo cortó en pedacitos y se lo comió”, coincidieron en sus relatos dos vecinos del Paraje Las Quemadas, quienes aún no salen del asombro. A su vez, ambos aseguraron que el homicida no actuó solo, es decir habría un cómplice que no aparece en el radar de los pesquisas.

Las primeras informaciones que se conocieron en cuanto al arma homicida, detallan que el sanguinario asesino, luego de cometer la atrocidad, se hallaba parado junto al cuerpo de Da Rosa con un machete ensangrentado entre sus manos.

Según lo que se pudo saber, no sólo había un machete en la escena del crimen, sino que eran cinco, uno de ellos era de Quednau, el segundo Teresa del Carmen Venecio tenía dentro de su bolso, un tercero pertenecía al hijo de la mujer que estaba cortando leña ¿y los otros dos? Se preguntan todos en la zona.

¿Quednau comprende la criminalidad de sus hechos? Absolutamente, contestó el hombre que se crió con el asesino en el Paraje Las Quemadas. Pero no logra comprender como José Andrés pudo cometer tal atrocidad.

El acusado atacó a su expareja, dejándole un corte en el rostro que le derivó en una intervención quirúrgica que le causó más de 30 puntos y, le propinó un “planchazo” con el arma blanca en la espalda.

Lorenzo Da Rosa sufrió incontables cortes en su cuerpo y, una vez muerto, le extrajeron el corazón y los intestinos, los cuales se utilizó para atar las muletas de la víctima en forma de cruz, como especie de ritual satánico.

Quednau no se resistió al arrestó de la policía, quienes arribaron al lugar tras el llamado de la mujer al 911. Testigos afirmaron que tomó la sangre de la víctima y comió su corazón luego de cortarlo en pedacitos.

En cuanto a lo judicial, el homicida se negó a declarar ante el Juzgado de Instrucción Seis de Posadas y designó abogado defensor. Se espera que tras el examen psicológico, al hombre se le dicte la prisión preventiva y en poco tiempo se siente en el banquillo de los acusados.