Este 29 de diciembre marcó el inicio del nuevo escenario para los alquileres en Argentina con la implementación del DNU de desregulación económica firmado por el presidente Javier Milei.
Según Miguel Ángel Cardozo, de Inmobiliaria Guacurarí, el plazo de los contratos —ahora determinado por las partes— establece un cambio significativo: “Antes, el mínimo era de tres años, y ahora, con flexibilidad para adaptarse a las necesidades de propietarios e inquilinos”, expresó al respecto el experimentado inmobiliario.
Respecto al ajuste del valor de alquileres, Cardozo puntualizó que “las partes ahora tienen libertad para pactar ajustes utilizando cualquier índice, eliminando la rigidez del Índice de Contratos de Locación (ICL) o el índice Casa Propia”. Además, destacó que la periodicidad de ajustes y la moneda del contrato también experimentan cambios, ofreciendo mayor autonomía en la negociación.
En cuanto a la rescisión del contrato, el experto comentó que “el inquilino puede rescindir en cualquier momento, abonando el 10% del saldo del canon locativo futuro. Para el propietario, la autonomía contractual es clave, ya que el DNU no especifica costos”.
Por otro lado, en un repaso de los puntos fuertes de la nuevas disposiciones legales en el ámbito inmobiliario, Cardozo también puso de relieve la eliminación de la obligación de registrar los contratos en la AFIP, subrayando la mayor autonomía y flexibilidad en la formulación de contratos de alquiler. Asimismo, señaló las diferencias con las regulaciones anteriores, destacando los cambios en plazos, ajustes y moneda del contrato.
En resumen, y a la espera de las definición en la comisión bicameral sobre la legalidad del DNU, desde este viernes los alquileres en Argentina experimentarán un giro significativo, permitiendo acuerdos más personalizados, según Miguel Ángel Cardozo.