Greenpace alertó que antes del 30 de noviembre deberá estar creada el Área Marina Protegida Bentónica a fin de frenar la pesca internacional de arrastre de fondo oceánico.
El avance del proyecto para la creación del Área Marina Protegida Bentónica Agujero Azuldeberá ser tratado y aprobado por el Senado antes del 30 de noviembre para no perder estado parlamentario, advirtió Greenpace a los integrantes de la Cámara alta.
El proyecto de ley logró media sanción en la Cámara de Diputados en 2022.
Ubicada en el talud continental y atravesada por el frente productivo más importante del Hemisferio Sur, el Agujero Azul es una de las cinco áreas geográficas prioritarias de la iniciativa interministerial del Gobierno, Pampa Azul.
El Agujero Azul está a 500 kilómetros del golfo de San Jorge, entre las provincias Chubut y Santa Cruz.
Es una zona en el océano Atlántico Sudoccidental donde Argentina ejerce derechos de soberanía para los fines de la exploración y explotación, conservación y administración de los recursos naturales.
Su creación permitirá frenar la pesca internacional de arrastre de fondo, una de las actividades más destructivas del lecho marino y su biodiversidad.
Nuestro Mar Argentino es asediado por barcos de China, España, Corea del Sur y Taiwán, que operan con casi inexistente regulación o control en el Agujero Azul, al borde de nuestra Zona Económica Exclusiva.
Estas embarcaciones dedican 200.000 horas de esfuerzo pesquero por año.
Utilizan redes de arrastre de fondo en el área, por lo que arrasan el lecho marino, capturando recursos transfronterizos compartidos con nuestros espacios marítimos y destruyendo ambientes bentónicos vulnerables.
Todo lo cual también libera carbono secuestrado, contribuyendo a la crisis del cambio climático.
Conservación marina
La exhortación de la ONG a los senadores es que fortalezcan “nuestra política de Estado en conservación marina y consolidarán nuestra soberanía en el Atlántico Sudoccidental, generando un precedente nacional y global en la protección de espacios marinos bentónicos y su biodiversidad”.
“El Agujero Azul permitirá proteger a perpetuidad un gran sector de nuestra plataforma continental, frenará la destrucción de sus fondos, protegerá cañones submarinos, resguardará sus jardines de corales y todas las especies marinas de ecosistemas profundos vulnerables”, destacó Valeria Falabella, directora de Conservación Costero Marina de WCS Argentina.
Es que en sus aguas viven esponjas, jardines de diversas especies de corales de agua fría, estrellas de mar, anémonas y gusanos poliquetos.
También hay merluza austral, merluza negra o róbalo, la faneca plateada o marujito, el congrio y el calamar argentino, entre otros.
“El Agujero Azul posee ecosistemas marinos vulnerables de alta biodiversidad con potencial valor como reservorio de recursos genéticos. También incluye sistemas de cañones submarinos que permiten la circulación de nutrientes desde la plataforma hacia la cuenca profunda y son importantes para la captación y almacenamiento de carbono, claves en la mitigación del cambio climático. Por todas estas razones, su protección es urgente”, reclamó Esteban Frere, investigador del CONICET y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral.
Las organizaciones argentinas de la sociedad civil que apoyan y promueven la aprobación de esta ley son Aves Argentinas, Fundación de Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), Fundación Temaikén, Aquamarina, Greenpeace Argentina, Global Penguin Society (GPS), Fundación Patagonia Natural (FPN), Proyecto Sub, la Fundación Cambio Democrático y WCS Argentina.
NA