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(Noticia en desarrollo)
Cuando parecía que la victoria contra Arsenal le iba a dar a Boca una semana sin sobresalto, una violenta infracción de Pablo Pérez durante la práctica sacudió la modorra en el entrenamiento de este martes. El volante que no había jugado el domingo por acumulación de amarillas sacudió al juvenil Tomás Fernández en el inicio de la práctica y el técnico Guillermo Barros Schelotto lo mandó a los vestuarios.
La acción se dio cuando Pérez primero lo desacomodó a Fernández y, como éste siguió con la pelota, le dio una zancadilla. Pérez no se disculpó y apenas recibió la orden del Mellizo dejó la práctica, cabizbajo. Luego, se cambió y se fue del club.
Pérez, que se había hecho amonestar adrede contra Atlético de Rafaela, para jugar la seguidilla de partidos contra Estudiantes, River y Newell’s, iba a regresar al equipo titular. Pero este conflicto podría cambiar el escenario.
Es justo resaltar que el comportamiento de Pérez en este campeonato había sido muy bueno: cinco amonestaciones sobre 20 partidos, cuando a lo largo de su carrera había coleccionado tarjetas amarillas y expulsiones insólitas. Como la que percibió en el clásico contra River por una infracción sobre Eder Balanta.
Pero el propio Pérez mejoró su conducta. Reveló que tuvo que concurrir a una psicóloga del club, que la ayudó a controlarse. “Sirve para descargarse y poder contar los problemas. Para que te acomoden un poco las ideas. Soy insoportable para los árbitros y hablo mucho. Pero hablando con la psicóloga me ayuda a controlarme y mejorar”, contó el volante en un entrevista con Fox Sports.
Habrá que esperar, entonces, para ver qué decisión toma Barros Schelotto. Pérez cumplió la fecha de suspensión y todo indicaba que iba a reemplazar al colombiano Wilmar Barrios, de buenas actuaciones en los últimos encuentros. Pérez, al que el Mellizo considera una pieza clave del Boca puntero, metió la pata.
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